Llegan las esperadas rebajas sin más contrataciones

Los comercios más tempraneros ya ofrecen rebajas en sus escaparates del centro de la ciudad. La campaña ya está aquí y llega con una mala noticia, ya que apenas se van a producir contrataciones este verano: «Se puede decir que desgraciadamente las contrataciones van a ser pocas o ninguna en la mayor parte de los negocios. Más allá de las sustituciones no creo que haya movimiento», explicaba ayer a este diario Antonio Flórez, secretario general de la agrupación de comerciantes salmantinos Aesco.

La situación no es del todo positiva para el sector tras una temporada que define Flórez como «muy irregular» . La campaña de rebajas volverá a estar copada un verano más por las tiendas de ropa y calzado principalmente, precisamente negocios a los que afecta de manera muy importante el tiempo, por lo que las ventas no han sido tan elevadas como se había previsto al principio de la temporada: «Hay que ser realista y decir que no es lo que esperaban, pero hay que ser positivo con el tiempo que llega ahora», resume Flórez.

Los comerciantes estiman que cada salmantino se va a gastar durante estas rebajas de verano una media de 95 euros, siendo la moda el subsector en el que la mayoría de los ciudadanos de la capital se dejarán sus ahorros.

En cuanto a las fechas de rebajas, desde la liberalización de las mismas cada establecimiento puede ofrecerlas cuando quiera, pero muchas de ellas las tienen planteadas para la semana que viene, concretamente aprovechando que el 1 de julio es lunes anticiparlas al fin de semana previo.

De la misma manera, los comerciantes esperan que los salmantinos se acerquen al comercio tradicional «porque no es el mismo trato ni reciben el asesoramiento que cuando se hacen las compras en las tiendas on line», explica el propio Antonio Flórez.

El secretario general de Aesco también lamentaba ayer a preguntas de este diario la política llevada a cabo desde el Gobierno de la nación que sigue asfixiando al pequeño comercio con unas contrataciones que se antojan complicadas y con las constantes subidas del salario mínimo.

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