Las peticiones de cambio de sexo se disparan en Salamanca

La disforia es la “incomodidad o malestar causado por la discrepancia entre la identidad de género de una persona (lo que se siente) y su sexo biológico (el género con el que nació), lo que lleva a buscar en mayor o menor medida la apariencia del otro sexo: transexualidad. Entre los años 2017 y 2021 el Hospital de Salamanca ha atendido a 206 pacientes. Solo en 2021 había 47 personas en seguimiento por parte de la unidad multidisciplinar que gestiona estos casos.

La mayorías de las peticiones se resuelven con un proceso de hormonación y una cirugía de mamoplastia -cuando se trata de poner pecho- o mastectomías, cuando el proceso es en sentido inverso y el objetivo es reducir el pecho. “El objetivo inicial es cambiar su aspecto físico y eso lo consiguen con hormonas. Les cambia el pecho, les cambia la vez, les cambia mucho la cara, el vello... Eso les satisface, pero es un tratamiento que hay que mantener toda la vida”, apunta el psiquiatra y experto en sexualidad, Ángel Luis Montejo.

Lo que solo una persona ha hecho en Castilla y León es someterse a una cirugía de reasignación genital: convertir una vagina en un pene, o viceversa. En todo caso, este tipo de operaciones no se realizan dentro de Castilla y León porque requiere de equipos con un entrenamiento amplio y Sacyl las tiene que externalizar. En el único caso que se llevó a cabo se envió a la paciente al Hospital de Cruces.

Desde el Complejo Asistencial de Salamanca apuntan que “puede que haya otras personas que se sometan a una cirugía en clínicas privadas de Tailandia, porque tienen mucha experiencia y porque económicamente es más barato. En todo caso, esas cirugías no figurarían en nuestras estadísticas”.