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José Luis posando junto a su Renault R8.
Colección de motos clásicas de José Luis Rodríguez.
Fiat X1 Bertone propiedad de José Luis.
Mercedes-Benz SL190, uno de los coches de la colección de Julián Hernández.

Las joyas de cuatro ruedas que recorren Salamanca

Coleccionistas de coches clásicos narran la historia de sus vehículos

Martes, 24 de septiembre 2019, 20:47

Un Mercedes-Benz SL 190, un Renault R8, un Fiat X1 Bertone o un Triumph TR7 son algunas de las joyas de cuatro ruedas que recorren las calles de la capital charra en pleno 2019. Y es que sus propietarios tienen muy claro que su “hobby” los convierte en dueños de algunos de los coches que han marcado la historia de la automoción.

Julián Hernández, presidente del Automóvil Club Salamanca, conoció a su mujer en un coche idéntico al que ahora conduce por las calles de Salamanca, como si se tratara del mismo ‘Agente 007’. “Tengo coches desde que tengo uso de razón, pero comprarme el SL 190 era todo un sueño, es un coche con mucha historia”, asegura.

Los más de 120 socios del club comparten el mismo entusiasmo que Julián por los vehículos. Entre sus preciados trofeos se encuentran algunos modelos como un Maserati, un Morgan, un Mercedes- Benz 220s cabrío, un Rolls Royce e incluso el Pontiac Firebird, también conocido como “Kitt, el coche fantástico”.

José Luis Rodríguez, presidente de la Asociación de Amigos del Museo del Automóvil, es un gran apasionado del coleccionismo, y entre sus grandes trofeos posee un Fiat X1 Bertone con el que recorre las carreteras de toda España y parte del país vecino, pero no solo es propietario de esta joya sobre ruedas, también cuenta entre sus tesoros con un Renault R8, un coche con mucha historia. “Mi padre compró uno igual, y tanto mis hermanos como yo aprendimos a conducir en él”, explica José Luis.

El coleccionista posee una colección de 40 motocicletas clásicas, entre las que descantan algunas marcas como Guzzi, Montesa, Vespa, Ossa... Todas ellas cuidadas con mimo y mucha paciencia, “están en pleno funcionamiento todas, cuando las compré estaban destrozadas, así que las desmonté y las arreglé para que fueran autenticas joyas de las dos ruedas”, asegura.

Dentro de los coleccionistas salmantinos, Pepe Barrueco presidente del Club Clásicos Helmánticos, disfruta de su Triumph TR7 cabrío, un compacto traído desde Holanda. “El coche lo compré hace cuatro años a un señor Holandés que tenía otros modelos únicos de la marca, después de una dura negociación vine con un amigo rodándolo desde los Países Bajos”, afirma Pepe. No solo es propietario del Triumph, entre su colección cuenta con un Porsche 924s y hace unos años adquirió en una subasta una lujosa limusina inglesa Daimler. “Quería comprar un modelo muy especial de un Jaguar rojo descapotable, pero al cerrar la subasta se escapó el que quería y me quede con la limusina, aunque no la quería para nada”, afirma el presidente del Club Clásicos Helmánticos de Salamanca, Pepe Barrueco.

“Estos coches necesitan un mantenimiento prácticamente diario, los arrancamos y los sacamos para que no pierdan la esencia de lo que son, autenticas joyas del motor”, afirma Julián Hernández y Pepe Barrueco añade que “el mantenimiento de estos coches es muy difícil de calcular y lo interesante es restaurarlo uno mismo”.

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