La tóxica uralita de varios edificios de San José se cae a pedazos

El barrio de San José sigue arrastrando un problema derivado del mal estado de la uralita que recubre las fachadas: se cae a trozos en su zona más antigua. Hace años, la asociación vecinal se movió para obtener ayudas y poder recubrir sus viviendas de ladrillo con amianto para evitar las humedades. A día de hoy el material está deteriorado y supone un riesgo para la salud de todos sus vecinos.

La uralita se declaró en el año 2002 como uno de los grandes causantes de cáncer en Europa tras su prolongada inhalación. Esto podría estar provocando problemas de pulmón a los vecinos a largo plazo. Además, solo se puede manipular o retirar con un equipo determinado de protección y para los más pequeños del barrio es el mayor pasatiempo.

“Todos los niños han jugado con ello, la fibra de vidrio pica en la piel y eso les hace gracia” reconoció Azahara Mena, la presidenta de la asociación Concejo del Tormes preocupada por la situación. “Es un problema gordo, la cubierta de la mayoría de las casas de la zona más humilde se cae a trozos y cambiarlo supondría un gran desembolso que no todo el mundo puede permitirse”, reconoció la presidenta, haciendo hincapié en la situación laboral de algunos de los residentes que se encuentran desempleados, en paro o con trabajos precarios. Desde la asociación de vecinos están pendientes a esas futuras subvenciones a las que se puedan acoger las comunidades de vecinos que deseen cambiar sus cubiertas. “Cuando salgan las ayudas nos gustaría hacer una reunión con las comunidades de vecinos para al menos que estén informados de esta posibilidad”, aseguró la presidenta. Los vecinos de toda la vida son los que más sienten la situación: “Hay mucha gente que está de paso y personas mayores que ya no quieren complicarse”.

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