La situación de las personas sin recursos, agravada por la burocracia

Desde hace años, el Ayuntamiento es consciente de que la burocracia le impide llegar a tiempo a muchos de los casos de extrema necesidad que se detectan en Salamanca. Si bien es cierto que los casos más graves se agilizan mucho, los informes necesarios para conceder una ayuda y la tramitación que legalmente se exige hacen que Cruz Roja y Cáritas se hayan convertido en su ‘salvavidas’ ante numerosas situaciones urgentes. Estas entidades pueden cubrir de un día para otro las necesidades más básicas de una persona, y muchas veces, a través de los convenios y acuerdos que mantienen con el Consistorio, ese dinero, posteriormente y con la debida justificación, les puede ser reintegrado por las arcas municipales.

En cualquier caso, el tiempo mínimo para queel Ayuntamiento tramite una ayuda de emergencia social es de 20 días, por lo que para aquellas personas que se encuentran en una situación extrema en la que, por ejemplo, les van a cortar el suministro eléctrico en pocos días la administración local tiene que apoyarse, en muchos casos, en otras entidades para llegar a tiempo.

Pero, ¿qué ocurre cuándo no se trata de una prestación que no se considera urgente? En esos casos, según explican fuentes de las entidades que atienden en la capital del Tormes a las personas más vulnerables, la obtención de las ayudas puede retrasarse meses. Uno de los ejemplos que ponen es el de una persona sin trabajo que carece de derecho a paro y se queda sin recursos para hacer frente al alquiler. Si reside en el barrio del Oeste, hoy tendría que esperar dos semanas para ser atendido en su centro de acción social. Tendría más suerte que en los de otras zonas de la capital, donde, como señala la concejala de Familia, puede haber demoras de cuatro semanas. En esa primera cita, la trabajadora social le requerirá toda la documentación necesaria para elaborar el informe que justifique la concesión de una ayuda municipal. Para entregarla, en algunos casos, señalan fuentes de las entidades sociales, así como el concejal del PSOE, José María Collados, tendría que volver a esperar varias semanas en función del CEAS. Y, una vez aportados los documentos necesarios, se tramitaría la solicitud. Esto implica, en algunos casos no considerados urgentes, que el solicitante puede esperar más de tres meses a obtener la ayuda municipal que le permita hacer frente al coste de su vivienda.

Con el sistema de atención rápida que quiere implantar el Ayuntamiento, el trabajador social puede informar al usuario de que documentación debe presentar telefónicamente sin tener que esperar a que se le conceda esa cita presencial que puede tardar un mes y, cuando acuda ya presencialmente al CEAS, podría llevar ya todos los papeles necesarios para que comience a tramitarse su expediente. De esta forma, explican desde la Concejalía de Familia podría reducirse, al menos, a la mitad los tiempos de espera para obtener esas subvenciones.

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