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Miércoles, 24 de junio 2020, 11:00
La cifra de empleados públicos lleva un par de años en Salamanca siendo ascendente, lo que ha puesto fin a una racha de descensos y estancamientos. El aumento de funcionarios y personal laboral al servicio de las administraciones ha dado aire al mercado laboral salmantino, pero no el suficiente para recuperar los empleados públicos que había en 2007, antes de que comenzara la anterior crisis económica, causante de un periodo de gran incertidumbre en el sector público. Prueba de las consecuencias que trajo consigo la recesión que comenzó a finales de ese año y que se prolongó hasta 2015 es que ahora las administraciones de Salamanca disponen de 1.100 trabajadores menos que a principios de 2007.
El registro central de personal que gestiona el Ministerio de Función Pública constata que a enero de 2020 la provincia contaba con 23.639 empleados públicos. 13 años antes, su número era notablemente superior, 24.780. La diferencia asciende a 1.141 y sitúa a Salamanca como la segunda en Castilla y León que más ha perdido después de Valladolid, donde han sido 1.501. No obstante, en términos porcentuales, el descenso resulta mayor en Salamanca —4,6% menos frente al 4,1% de Valladolid—.
La evolución muestra que al inicio de la anterior crisis hubo un incremento de empleados públicos. La subida respondió a las medidas del Gobierno de Zapatero, que potenció la contratación temporal, sobre todo de entidades locales. No frenó la crisis y ayudó a disparar el déficit de las administraciones. Su efecto pasó y el Ejecutivo de Rajoy, a su llegada en 2011, aprobó una serie de medidas muy restrictivas para controlar el déficit, entre ellas la de limitar la contratación de los organismos públicos y reducir la oferta de empleo para cubrir solo el 10% de las jubilaciones.
Estas iniciativas marcaron un descenso de las plantillas de las administraciones públicas hasta 2016. A partir de entonces, las medidas comenzaron a relajarse y las administraciones han podido recuperar parte del empleo perdido, sobre todo en los dos últimos años —Salamanca ha ganado 450 trabajadores—, aunque todavía siguen lejos de las cifras de 2007. La administración que más peso ha perdido ha sido el Estado, con solo 4.664 efectivos, frente a los 5.308 que tenía hace 13 años. La Junta registra un descenso de más de medio millar, al pasar de 11.375 a 10.814. Las entidades locales han perdido unos 150 trabajadores, mientras que la Universidad es la única que ha ganado, con 216 empleados más.
Una de las causas de que la plantilla del Estado en Salamanca se haya reducido en casi 700 personas se encuentra en que los efectivos del Ejército ha disminuido de manera considerable desde 2007 a la actualidad. Entonces había 1.812 soldados, mientras que ahora están activados 300 menos. El personal de los ministerios en la provincia también ha descendido en casi 30 personas, y el de los entes públicos ha pasado de más de 300 efectivos a poco más de 100.
En contra del empleo público de Salamanca juegan varios factores y uno de los más importantes está relacionado con la pérdida de población. Es una de las causas que contribuye, por ejemplo, al descenso de docentes no universitarios. Ahora hay 329 menos que en 2007. El personal de las consejerías también ha caído considerablemente, con 400 menos. En cambio, y debido al envejecimiento de la población y el mayor uso de los recursos de salud, la plantilla sanitario ha aumentado de 4.756 a 4.961.
El primer efecto de la pandemia ha sido el incremento de la plantilla sanitaria, aunque habrá que esperar si esos contratos tendrán continuidad. El coronavirus sí va a afectar a las oposiciones, ya que la celebración de la mayoría puede retrasarse.
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