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Sábado, 30 de julio 2022, 18:20
La menor natalidad que marca el ritmo demográfico de los últimos años también tiene un importante impacto en la Educación Primaria de Salamanca que, en tan solo los últimos cinco cursos, ha perdido 1.397 alumnos, según los datos estadísticos que publica el Ministerio de Educación. Pero la bajada de alumnos en estos cursos no es una tendencia nueva, es una constante, parece que imparable, en las últimas décadas.
Así, en la provincia de Salamanca, en 50 años (desde el curso del año 72 al de 2022) se han perdido 30.591 estudiantes con edades comprendidas entre los 5 y los 12 años, lo que supone una media de más de 550 alumnos por año.
Cada curso que pasa supone una sangría en el número de los estudiantes más jóvenes de los cursos de primero a sexto de Primaria, con una importante incidencia en los últimos ejercicios. Si en el curso 2018-2019 la caída de estos alumnos fue, con respecto al curso anterior, de 289 alumnos, todavía ha sido más incisiva la disminución en los ejercicios siguientes. En el periodo escolar de los años 2019-2020 la reducción de estudiantes de Primaria fue de 411 alumnos tomando como referencia el curso anterior. Y en el año académico posterior (20/21) la bajada fue de 427. En el curso que hemos cerrado hace poco más de un mes la reducción también es notable (270 estudiantes) aunque se aleja de la cifra de 400 que tanto asusta y que es tan solo una consecuencia de los bajos índices de natalidad que estamos sufriendo en Salamanca.
La disminución de alumnos de Primaria es una corriente común tanto en centros públicos y privados aunque, a tenor de los datos, parece que la caída es más ligera en los centros de titularidad particular (en la Comunidad son todos de carácter concertado, es decir, financiados con fondos públicos).
Algo similar a lo que sucede con los estudiantes de primero a sexto de Primaria ocurre con los alumnos de Infantil. En los últimos cinco años académicos, Salamanca ha sufrido un decrecimiento de 903 niños de las edades más tempranas que están escolarizados en los centros educativos de Castilla y León. Y un dato curioso: la gran parte de este descenso (con 821 estudiantes menos) se produce en el año académico 2020-2021. Por el contrario, en el curso que finalizó en septiembre la tendencia remontó algo y la pérdida de alumnos en los primeros y segundos ciclos de Infantil fue solo de 51 alumnos, quizás (junto al curso 2019-2020) el periodo menos desgarrador de la última década.
La caída más alta, en el caso de Infantil, se ha producido en el segundo ciclo (en niños de 3 a 6 años). En este caso el descenso de escolares ha sido 668 en los últimos cinco años académicos. La reducción en el primer ciclo (menores con edades comprendidas entre los 0 y 3 años), en este mismo periodo, ha sido de 235. La merma de estudiantes se ha producido en centros públicos y concertados.
FSIE Castilla y León, que representa a la educación privada y concertada, “valora el esfuerzo realizado por la Administración regional para mantener el número de unidades concertadas” y advierte que “la nueva Ley puede implicar el cierre de aulas y de puestos de trabajo”.
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