La plantilla de Correos se harta e inicia una huelga de tres días

Desde que hace tres años y medio Pedro Sánchez aupó a su mano derecha y fiel escudero en el PSOE Juan Manuel Serrano a la presidencia de Correos, la empresa estatal ha tomado un rumbo a la deriva. El hartazgo de los trabajadores y los sindicatos, puesto de manifiesto en estas últimas semanas con paros y protestas en la calle -en Salamanca y por todo el país-, llega a su culmen con una gran manifestación en Madrid y una huelga general de tres días que se inicia este miércoles.

En Salamanca, un centenar de carteros ha partido este miércoles en dos autobuses hacia la capital de España para participar en la protesta que concluirá en el Congreso de los Diputados donde exigirán la dimisión de Serrano, la persona que ha “llevado a la ruina” a la empresa pública, y “que está desmantelando Correos por su incapacidad de gestionar la empresa”. Así lo denuncian los sindicatos UGT y CCOO del sector Postal en Salamanca, que muestran su negativa a sentarse a negociar si no se nombra a un nuevo gestor. Ambas entidades recuerdan que Correos está al borde de la “quiebra técnica”, con más de 500 millones de euros en pérdidas en tres años, 400 millones de déficit estructural y préstamos por un montante de 1.000 millones para el pago de las nóminas.

La situación laboral también es muy precaria y eso se refleja en la atención al ciudadano. “No se cumple el reparto a diario, sobre todo en los núcleos pequeños. Tampoco se abre los sábados”, denuncia Miguel Rodríguez, secretario de organización de UGT Sector Postal de Salamanca. “Cada vez que un compañero rural se da de baja, los demás compañeros debemos asumir su sección. Ahora las secciones abarcan más kilómetros. Hay carteros que tienen que recorrer 150 kilómetros a diario y reparten tanto paquetes como cartas, notificaciones y certificados. Tienen siete horas y media para hacer su trabajo en más de 14 municipios, a lo que se descuenta una hora de clasificación. Es inviable”, advierte Rodríguez. UGT y CCOO son muy críticos con las altas tasas de precariedad laboral en la plantilla de la mayor empresa pública del país. En Salamanca, la tasa de empleo a tiempo parcial es del 22%, muy similar al resto de provincias.

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