La pandemia saca a la luz problemas de adicción y dispara el consumo de alcohol

Los peores meses de restricciones por la covid había pocas actividades que hacer. Ir al supermercado, tirar la basura, pasear al perro... La vida a pie de calle quedó relegada y la mayor parte de las actividades, incluso aquellas incluidas en el ámbito laboral, se realizaron entre cuatro paredes.Los domicilios se convirtieron en el principal escenario y ello ha pasado factura a la ciudadanía. Sobre todo en lo que a adicciones se refiere. Según alerta Proyecto Hombre Salamanca, la pandemia ha sacado a la luz casos de drogadicciónhasta ahora desconocidos en lo que a consumo de sustancias estupefacientes se refiere y ha disparado considerablemente la ingesta de alcohol.

Así lo explica Ana Rodrigo, responsable del Servicio de Evaluación, Orientación y Diagnóstico de Proyecto Hombre Salamanca. La experta asegura que la situación ha empeorado notablemente a nivel nacional, algo que también han apreciado en el centro salmantino a través de los casos a los que tienden una mano. “El nivel de consumo de sustancias ilegales se ha mantenido en mayor o menor medida. Lo que ha ocurrido es que la pandemia ha sacado a la luz muchísimos casos que antes no se sabían. Por ejemplo, una pareja que desconocía que el otro consumía porque lo hacía fuera de casa. Sin embargo, llega la hora de encerrarse juntos durante semanas y de repente se entera”, explica.

Pero lo que se ha disparado de una manera exponencial, añade Ana Rodrigo, son los problemas de salud mental y sobre todo el consumo de alcohol. “La gente podía seguir bebiendo. Pedían por alguna plataforma o iban al supermercado y lo tenían en casa. Eso ha hecho que se incremente de manera descomunal. Unas personas han sabido reconducir la situación una vez que acabaron las restricciones y otras no”.

Prueba de ello es el aumento de solicitudes que ha experimentado Proyecto Hombre Salamanca. “Este año hemos tenido que poner dos veces listas de espera para entrar en el centro. Es algo que yo no había visto jamás en mi trayectoria laboral”, apunta.

Precisamente uno de los aspectos que más llama la atención en este sentido es el hecho de que tradicionalmente el consumo de alcohol iba ligado a otra sustancia —principalmente cocaína— y ahora eso, en muchos casos, ha desaparecido. “Son personas que nos piden ayuda única y exclusivamente por alcohol”.

En cuanto a las características del consumidor, Ana Rodrigo indica que no hay un perfil específico. Eso sí, aunque siempre se alerta del consumo de sustancias estupefacientes cada vez a edades más tempranas, aclara que su experiencia no le dice lo mismo. “Jóvenes siempre ha habido y seguirá habiendo pero prima la franja de edad entre los 45 y los 55 años, sobre todo en lo que a consumo de alcohol se refiere. Mucha gente que después de la pandemia se ha quedado sin trabajo”, concluye la experta.

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