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Sábado, 25 de abril 2020, 21:17
Andrea Sánchez nos cuenta su historia a través de WhatsApp. La discapacidad auditiva profunda que tiene en ambos oídos le impide mantener una conversación telefónica con alguien que no sea de su círculo cercano. Tiene un implante y ello ha mejorado notablemente su experiencia respecto al audífono, una etapa en la que recuerda cómo tenía que mirar los labios a todo el mundo, incluso a sus padres, para entenderles. Hoy, a sus 25 años, esta estudiante de Desarrollo de Aplicaciones Web quiere servir de voz de todas aquellas personas sordas para las que el coronavirus es aún más complicado: mascarillas que impiden la lectura labial, clases virtuales sin intérpretes o información televisada sin subtítulos son algunas de las cuestiones que dificultan mucho su día a día.
Andrea era aún un bebé cuando sus padres se dieron cuenta de que algo no iba bien. “Me llevaron al médico a los siete meses porque no reaccionaba a ruedos que ellos mismos provocaban, como palmadas”, comenta. Tras un primer diagnóstico erróneo, a esta salmantina le pusieron unos audífonos y la llevaron a una logopeda para aprender a hablar hasta que, a los 12 años, le operaron de un implante coclear en el oído derecho. “Aun así, a día de hoy sigo diciendo que soy una persona sorda. Tener un implante no cambia eso. La necesidad de apoyarme en una intérprete de lengua de signos siempre la he tenido. En una clase con el profesor hablando para 30 alumnos a mí me cuesta mucho entender porque el profesor puede estar de espaldas o hablar bajo. Es mucho trabajo y muy pesado tener que poner yo el doble esfuerzo que los demás en entender una clase”, asegura.
Una realidad que estas semanas de confinamiento, sin duda, se incrementa notablemente con las clases virtuales. Así lo asegura Eva María Morales, presidenta de la Asociación de Padres de Niños Sordos de Salamanca (ASPAS). “Algunos profesores mandan vídeos para hacer una práctica y no se dan cuenta que están sin subtitular y que por lo tanto para ellos es imposible. Y ya las clases por videollamada ni te cuento. Todo lo que no te manden por escrito estás perdido”, afirma. Es por ello que Andrea Sánchez apunta a que si en el ámbito de la Educación no se garantiza un intérprete podría acarrear importantes desajustes. “Es muy fácil frustrarse y dejar las clases en mitad de curso”.
Y es que la necesidad de que se implanten intérpretes en todos los ámbitos es una de las reivindicaciones que lleva haciendo el colectivo durante años. “Ahora es importantísimo en hospitales y centros de salud. Vas angustiada porque puedes tener síntomas de coronavirus y estás vendida porque no sabes lo que te están diciendo”, explica la presidenta. “Además, ahora con el confinamiento no se ha pensado en ellos porque han establecido que toda comunicación sea por teléfono. Facilitan un número de teléfono al que llamar si crees que estás contagiado y no ofrecen alternativas. No se ha pensado en ellos”, lamenta. En esta línea Andrea es clara. “Es necesario que en Sanidad y los Cuerpos de Seguridad aprendan a comunicarse con las personas sordas. No ha sido mi caso pero es frustrante tener que ir al hospital por alguna dolencia y no poder entenderte con el médico. O tener que ir urgentemente a un sitio andando y el policía te pare y no saber cómo explicarle”, cuenta la joven. Si esto ha sido siempre un problema, estos días con el uso de mascarillas la cosa se agrava mucho más, pues el hecho de que cualquier persona, como por ejemplo la cajera de un supermercado, lleve tapada la boca les impide la lectura labial. Y es que ni siquiera algo tan sencillo como poner subtítulos se hace. “Ahora ya hay más pero cuando empezó el confinamiento estuvimos 15 días que cualquier información que salía poro televisión no tenía ni intérprete ni estaba subtitulada y estaban desinformados. No sabían de primera mano si podían salir o si no. Fue vergonzoso que nadie se acordara de las personas sordas”, dice Eva María.
Es por ello que Andrea Sánchez recuerda a la sociedad la necesidad de que más personas sepan lengua de signos. “Es una lengua muy bonita y aprendiéndolo nos permiten ir a los sitios con tranquilidad y confianza. Solo pido que también hay personas sordas que estamos viviendo esto, y que se nos tenga en cuenta”.
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