La nueva vida de los profesionales del verano

Las profesiones de verano vuelven a trabajar, pero son algunos de los sectores más perjudicados tras la paralización total de la actividad a consecuencia de la pandemia. “Hemos tenido que aplazar muchos eventos y hay meses que hemos sufrido un parón total. Antes hacíamos actuaciones para ayuntamientos y eso ahora está todo aparcado, solo hacemos eventos donde la gente está sentada y respetando todas las medidas de seguridad que se exigen. Facturamos un 75% menos con respecto a otros años. No solo hemos dejado de ganar, sino que hemos perdido mucho porque algunas empresas que han cerrado nos han dejado de pagar. Ahora estamos empezando a ver la luz, pero con muchas dificultades y gastos, como la subida de la luz o la cuota de autónomos. Nos estamos reinventando actuando más al aire libre, aunque eso suponga tener que montar antes y que los equipos pasen más horas al sol”, explica Gerardo Algara, DJ y jefe de la empresa de eventos y producción musical “Lírica Music.

Estas empresas tenían todas las esperanzas puestas en este 2021, pero la situación no ha permitido que todo salga como se preveía. “La situación es complicada y tenemos miedo sobre todo por la gente mayor. Estamos volviendo a arrancar pero muy despacio y con muchas restricciones y cancelaciones. Damos por perdida también esta temporada. El mes de junio hemos perdido dinero al sacar a empleados del ERTE y las ganancias son un 90% menos que antes de la pandemia. Ahora mismo estamos haciendo algún pueblo y fiestas privadas, pero de hacer 10 pueblos al día a no hacer ninguno. Los hinchables no pueden superar el 30% del aforo, pero la verdad es que los niños lo entienden y nos están dando una clara lección de vida”, declara Manolo Santos, jefe de Divertilandia.

Muchas orquestas de la ciudad han optado por realizar otros tipos de espectáculos, como actuaciones para niños o noches de cine. “Llevamos desde el 24 de febrero del 2020 sin tocar, por eso decidimos hacer bandas sonoras de películas de cine, son repertorios de hora y media con los filmes más famosos. Tenemos ciertas fechas confirmadas, pero esperamos que no nos las cancelen. Muchos de nuestros artistas musicales los hemos perdido en el campo y eso significa que tenemos que empezar desde cero”, cuenta Julián González, jefe de la orquesta “Kronos”.

Los espectáculos teatrales también están volviendo a abrir sus telones este verano y algunas empresas han podido seguir adelante gracias a idear nuevas formas de actuación y a las becas del ayuntamiento, como el espacio de formación teatral “La Bulé”. “Somos una escuela de teatro que nació en 2019, por lo tanto la pandemia nos está afectando mucho y la captación de nuevos alumnos está siendo más difícil. La gente aún no está del todo cómoda dando clases con mascarilla. Este verano nos hemos adaptado para sobrellevar la situación y cada fin de semana realizamos cinco pases de rutas teatralizadas en la plaza de toros “La Glorieta”, afirma Teseo Martín, gestor en “La Bulé”.

Otros grupos de teatro decidieron parar de ensayar porque las mascarillas les impedían expresarse y tener contacto directo entre compañeros. “No somos profesionales ni tampoco cobramos, este año lo damos por perdido, la idea es volver a ensayar en septiembre para estrenar a partir de la primavera del año que viene. Estábamos ensayando para el musical de “La llamada”, pero nos fue imposible seguir”, confiesa Josema Cabrero, saxofonista en el grupo de teatro musical “AContratiempo”.

La productora Jes Martin’s en cambio, no ha sufrido tanto y ve más positiva esta situación. “En mi caso no he dejado de realizar ninguna actividad porque mi enfoque no son solo bolos, sino también trabajar realizando guiones de cine o televisión. En ocasiones la pandemia me ha venido bien para trabajar en nuevos proyectos que tenía en mente. Soy un afortunado al ser de las pocas personas que he estrenado un nuevo espectáculo en el Liceo, gracias al apoyo del Ayuntamiento. Lo que más me impresiona ahora mismo es ver teatros al 30% de aforo”, asegura Jesús Martín, actor, director y productor.

Todas estas profesiones, que trabajaban más los meses de verano, animan a los pueblos salmantinos a no cancelar sus contrataciones, porque para ellos la cultura es segura si los ciudadanos respetan y cumplen las medidas sanitarias vigentes.

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