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Miércoles, 28 de julio 2021, 13:06
La pandemia ha generado multitud de problemas económicos a familias y empresas de la provincia. Sin embargo, las dificultades no han sido generalizadas, ya que muchos han podido mantener su trabajo e incluso unos pocos sectores productivos, como los relacionados con las nuevas tecnologías, han logrado facturar más. Un escenario al que se han sumado las restricciones, que han impedido a los ciudadanos mantener el nivel de consumo del que disfrutaban antes de que apareciera el coronavirus. El resultado es que las cuentas en las entidades financieras de los salmantinos han aumentado de manera notable con 600 millones de euros más que hace un año, dinero que puede resultar clave para la reactivación económica.
El informe del Banco de España pone cifras a un hecho del que ya advertían los expertos. En marzo de 2020, el dinero ahorrado por particulares y empresas en Salamanca alcanzaba los 9.205 millones de euros. Un año después, la cuantía asciende hasta los 9.805 millones, 600 más. La solvencia del sector privado en la provincia es, en términos generales, muy alta, porque el incremento de los préstamos ha sido muy inferior. Pese a los problemas de liquidez de familias en paro o de negocios que apenas han podido funcionar por las restricciones, el montante de lo adeudado a los bancos ha pasado de 5.433 a 5.501 millones de euros. La posibilidad de obtener créditos no resulta fácil, especialmente para los sectores más afectados, necesitando en muchos casos el aval de las administraciones públicas para conseguir financiación.
El confinamiento y los cierres perimetrales han impedido viajar durante muchos meses, lo que unido a las limitaciones a sectores como el comercio y la hostelería, muchas familias a las que las crisis no les ha afectado se han visto “obligadas” a ahorrar. Organismos como Funcas, la fundación de las cajas de ahorro, e incluso el Gobierno de España, consideran clave ese dinero que no ha tenido salida para reactivar de manera rápida la economía. Los expertos consideran que, una vez las restricciones vayan relajándose, la movilización del ahorro ayudará a imprimir velocidad a la recuperación. De hecho, en el conjunto de España los depósitos en los bancos han crecido cerca de 100.000 millones, según los datos del Banco de España.
Algunos sectores ya advierten cierta influencia del factor ahorro. El inmobiliario, por ejemplo, está aguantando mejor de lo previsto la recesión en Salamanca y una de las razones que esgrimen es que, ante la incertidumbre económica provocada por la pandemia, aquellas personas con liquidez deciden invertir en inmuebles, ya que el dinero en el banco apenas le renta. El turismo también aprecia un gran interés por volver a viajar, aunque la quinta ola está entorpeciendo una llegada masiva de visitantes. Además, despejar de manera definitiva los “nubarrones” de la crisis contribuirá a movilizar más dinero, ya que es habitual que personas solventes se “aprieten el cinturón” en situaciones como la del último año.
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