La medida que empieza a mantener a raya las colonias de gatos callejeros en Salamanca

Durante casi año y medio, las colonias de gatos silvestres —hay más de cuarenta en la ciudad— han crecido de forma desmedida en Salamanca. El 31 de diciembre de 2020 vencieron los contratos menores que el Ayuntamiento de Salamanca tenía con dos asociaciones para esterilizar a los felinos que viven en la calle y mantener así a raya su población.

La necesidad de ampliar este servicio para atender todas las zonas en las que se detectó la presencia de estos animales, así como de incluir en ellos la desparasitación para evitar problemas de salud pública topó con impedimentos legales. Dado que el importe del contrato se ha triplicado, era necesario convocar un concurso público. Además, a falta de que el Gobierno nacional apruebe la polémica Ley de Protección Animal —aún en tramitación—, existen dudas sobre qué administración es la competente para esterilizar a los gatos callejeros.

Finalmente a través de un procedimiento abierto y justificando su necesidad en motivos de salud pública, la Concejalía de Bienestar Animal, a cuyo frente se encuentra la concejala Ana Suárez, logró a finales de marzo contratar por 40.000 euros este servicio con Gatos Luna Llena, la única asociación que ha presentado ofertas para los cuatro lotes del contrato, uno para cada uno de los sectores en los que se ha dividido la ciudad para desarrollar el programa. Pero, durante esta larga tramitación, hasta hace un mes, los animales han seguido reproduciéndose sin control en diferentes zonas de la ciudad, como en las colonias de las riberas del Tormes, el casco histórico, San José o el cementerio.

A ello se suma que en el segundo semestre del año anterior, 2020, apenas se pudo desarrollar este servicio de control de la población felina debido al confinamiento derivado de la pandemia. Por todo ello, el censo de gatos silvestres no ha dejado de aumentar, una situación que en los últimos meses han generado conflictos entre los defensores y detractores de estos animales que viven en zonas verdes, solares y edificios abandonados, como las parcelas sin edificar de la Rúa.

En menos de un mes, desde la firma del contrato hasta el pasado 22 de abril —los datos de la última semana aún no están disponibles—, el Ayuntamiento ha logrado esterilizar a 47 gatos —24 hembras y 23 machos—. La mayoría en la ribera entre puentes.

El programa no se reduce solo a evitar que los animales se reproduzcan, sino que, tras ser capturados, un veterinario se encarga de examinarlos, desparasitarlos y vacunarlos. Posteriormente y tras ser marcados, son nuevamente liberados en la colonia en la que fueron hallados. En paralelo, el Consistorio ha establecido que la asociación adjudicataria debe desarrollar acciones para concienciar a las personas que los alimentan —un comportamiento que es sancionable, según las ordenanzas municipales— de que eviten hacerlo y ofrecerles la posibilidad de colaborar con la asociación en el cuidado de esos animales.

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