La mayoría de los menores ucranianos de Armenteros, trasladados a Valladolid

La mayoría de los menores procedentes del orfanato bombardeado de Mariúpol acogidos en el colegio de La Inmaculada de Armenteros ya han sido trasladados a Valladolid, según informó la Consejería de Familia de Castilla y León. Hay que recordar que la Junta acogió la tutela el pasado 11 de junio y cambió la guardia física de los menores de la Fundación Madrina a la ONG especializada en la atención a refugiados Accem.

De los 85 menores que llegaron a Salamanca, 73 ya se encuentran en Valladolid en unos recursos específicos que tiene la organización tras recoger a los menores en varios autobuses. La consejera de Familia, Isabel Blanco, detalló que ocho de los adolescentes ya han cumplido la mayoría de edad, mientras que 4 se negaron a ir con el grupo inicial y lo harán en las próximas semanas antes de que se inicie el curso escolar. En el caso de los adolescentes que ya tienen 18 años la intención inicial de la Junta es que se acojan a los programas de transición a la vida adulta que tiene la administración en Valladolid. No obstante, desde el Consulado de Ucrania también se ha informado sobre la posibilidad de una repatriación.

Desde que la Junta asumió la tutela tras comprobar en las inspecciones técnicas que los menores ucranianos se encontraban en una situación de desprotección se encontraron con las reticencias tanto de los educadores como de los dirigentes ucranianos. Los menores llegaron a Salamanca bajo la tutela de la directora del centro y no han visto con buenos ojos el traslado a Valladolid. De hecho, desde la administración autonómica se pidió a los educadores la documentación para ofrecerles un contrato y mantenerse junto a los menores, y ni siquiera se ha respondido a esta propuesta, según señala la consejera.

Ante la ubicación del colegio de La Inmaculada de Armenteros, Blanco señala que las instalaciones son adecuadas, pero el problema fundamental es que se encuentran lejos de centros sanitarios especializados. La mayoría de los menores tienen problemas de discapacidad y de salud mental, lo que exige que tengan una medicación controlada. La Consejería de Familia señala que ya en Valladolid muchos de ellos podrán estar en centros de día con profesionales especializados, como por ejemplo aquellos que tienen Trastorno del Espectro Autista (TEA) y vinieron sin diagnóstico.

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