La Junta quiere convocar antes de 2023 las ofertas de empleo de 2017 a 2020

Miles de personas están pendientes de la convocatoria de las decenas de procesos selectivos que la Junta tiene pendientes, algunos procedentes de la oferta de empleo de 2017 y que están a punto de caducar. Miles de plazas, al menos 2.500, están por lo tanto a la espera de sacar en oposición, correspondientes a cuatro años, de 2017 a 2020. Un problema del que es consciente la Consejería de Presidencia, encargada de función pública, que asegura que está trabajando para poder convocar todos los procedimientos pendientes en el próximo año y medio.

La tarea se ha acumulado en los últimos meses por culpa de la pandemia. Un proceso ya de por si lento, como el de unas oposiciones, se ha visto afectado de manera directa por el parón sufrido el año pasado.

El coronavirus ha impedido hasta hace poco sacar a concurso la mayoría de oposiciones, sobre todo en las que había en juego más plazas y que, lógicamente, implican la participación de un mayor número de personas. Si en 2020 fue imposible sacar adelante la mayoría, al menos en 2021 se ha registrado la convocatoria de varias, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer a la Consejería. Solo de la administración general y especial, más el personal laboral, hay más de 2.500 plazas pendientes de convocarse, a las que hay que sumar otras de sanidad y educación.

El consejero de Presidencia, Ángel Ibáñez, afirma a LA GACETA que el primer objetivo es sacar cuanto antes las pertenecientes a las ofertas de empleo de 2017 y 2018. Las más urgentes son las primeras, ya que si antes del 31 de diciembre no han empezado los procedimientos, se perderían las plazas. De 2017 hay plazas de funcionarios para veterinarios y farmacéuticos, además de personal laboral, como las de técnico superior de educación infantil y cuidador técnico de servicios asistenciales. En 2018 hay más procesos pendientes, casi todas las de personal laboral y, de nuevo, las de funcionarios de veterinarios y farmacéuticos.

De las ofertas de empleo público de 2019 y 2020, prácticamente queda todo por convocar, más de 1.600 plazas de nuevo ingreso para la administración general y especial, así como para personal laboral. El consejero defiende que en septiembre tienen previsto iniciar los contactos con las organizaciones sindicales para ver cómo afrontan el año que viene, ya que también están a la espera de cómo regular el macroproceso de estabilización que está diseñando el Estado. Eso sí, asegura que no descartan “acumular” las plazas de varios años en una misma oposición que pertenezcan a un mismo cuerpo o categoría profesional con el objetivo de agilizar el proceso.

Los sindicatos piden agilidad. Las organizaciones sindicales también están preocupados por el gran número de plazas que están a la espera de ser convocadas por la Junta. Mariano Prieto, representante de CSIF, eleva a más de 6.000 las que tiene que convocar el Gobierno regional, si se suma la oferta de empleo público que ha de aprobarse este año, más todos los procesos de promoción interna. “Se ha formado un cuello de botella y eso es un problema. Y más cuando hay plazas, como las de 2017, que si no salen este año, se pierden”, explica. Igual de preocupado se muestra Tomás Pérez, de UGT, que espera que en otoño ya se cuente con la modificación del estatuto del empleado público y puedan agilizarse los procesos pendientes. Además, exige a la Junta que “incluya en plantilla puestos que ya existen para que se puedan convocar en oposiciones”.

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