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Jueves, 16 de septiembre 2021, 20:56
Madrileño de nacimiento, pero de origen soriano y familia humilde, Enrique Tierno Galván llega al mundo en 1918. Inicia sus estudios de Derecho en la Universidad de Madrid en 1934, pero no se licencia -con Premio Extraordinario- hasta 1942, ya que durante la Guerra Civil fue movilizado como soldado de Infantería por el Ejército de la República. Terminado el conflicto retoma sus estudios y tras acabar Derecho se traslada a Murcia, donde trabaja en su universidad como profesor auxiliar y finaliza al mismo tiempo su licenciatura en Filosofía. Entre tanto, Tierno Galván tuvo tiempo para encontrar el amor y se casó en 1946 con Encarnita Pérez Relaño, con quien tuvo a un hijo, Enrique, y una hija, Berta, que falleció a los seis meses de nacer.
Aún con las dificultades de prestar servicio al bando republicano, Tierno Galván logró en el año 1948 la plaza de catedrático de Derecho Político en Murcia, donde ejerció en el puesto hasta que seis años después se trasladó a Salamanca, ciudad en la que trabajó como profesor hasta 1965. Durante esta etapa de su vida compaginó diversas tareas. A las tareas de la cátedra se le sumó la impartición de clases para el ingreso en la Escuela Diplomática en Madrid. Fundó y dirigió, mientras residía en Salamanca, la publicación de un boletín de Derecho Político, así como el periódico ‘Europa a la vista’, que al poco tiempo de ver la luz sería prohibido por el Gobierno de la época, lo que le llevó a pasar un tiempo en prisión.
También en Salamanca, Tierno Galván desarrolló la Asociación Funcionalista para la Unión Europea y publicó la colección Estructura y Función, muestra de su revolucionaria ideología. Su apoyo a la primera gran protesta estudiantil en 1965 provocó su destitución como catedrático de la Universidad de Salamanca. Al igual que ocurrió con Agustín García Calvo y José Luis López Aranguren, el régimen franquista les acusó de fomentar este tipo de revueltas. Puso rumbo entonces a América para impartir conferencias como profesor invitado en universidades como las de Puerto Rico o Princeton (Estados Unidos).
Vinculado por sus ideales a la política y al antifranquismo, hacia 1963 creó la Acción Sindical Obrera e intentó hacerse con los mandos, pero Felipe González le gana la batalla. Posteriormente fue expulsado del PSOE por lo que fundó el Partido Socialista de Interior, que años después se une al PSOE. Tras ello, vuelve a la carga con el Partido Socialista Popular que, debido a su escaso éxito, también se integró en el partido socialista.
Tras años de intenso protagonismo político, en los que llegó a ser diputado socialdemócrata en las Cortes constituyentes, fue elegido alcalde de Madrid, cargo que ejerció desde 1979 hasta su muerte en 1986. Reseñable es su papel como impulsor de “la Movida Madrileña”, a cuyos seguidores dedicó su conocida frase: “¡Rockeros, el que no esté colocado, que se coloque... y al loro!”. Durante la Transición, cabe destacar el papel de Tierno Galván como redactor del preámbulo de la Constitución de 1978, aunque como señaló en una ocasión, “la Transición no termina con la aprobación de la Constitución”.
En esta época logró recuperar su cátedra, de la que había sido desposeído años atrás en Salamanca, y posteriormente, pasó a ocupar la misma en la Universidad Autónoma de Madrid. Hoy en día se puede encontrar un Vítor a Enrique Tierno Galván en el claustro de las Escuelas Mayores de la Universidad.
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