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Sábado, 6 de agosto 2022, 09:51
En apenas cuatro días desde que se publicó el Real Decreto del plan de ahorro energético, el Gobierno ha tenido que dar marcha atrás ante el aluvión de críticas y quejas. Si al día siguente fue el propio Ministerio de Transición Ecológica el que rectificaba las palabras de la ministra, Teresa Ribera, en las que decía que los monumentos debían apagarse a las diez de la noche, este viernes fue la propia titular la que tuvo que salir a los medios a rectificar la medida más polémica: que el aire acondicionado no bajara de los 27 grados. Teresa Ribera, precisó en una entrevista en Onda Cero que se podrá limitar al “entorno de los 25 grados” para asegurar el cumplimiento de la legislación laboral, tal y como demandaban los empresarios salmantinos que señalaban que los 27 grados iban en contra de la ley de salud y seguridad laboral que marcaba los 25.
Así, aunque la normativa aprobada impone un mínimo de 27 grados de temperatura, esta se aplicará “con flexibilidad” en aquellos negocios donde los empleados estén en continuo movimiento, como restaurantes, discotecas, cocinas... “No se puede pedir a trabajadores que están en condiciones de ejercicio físico importante que no tengan las condiciones que el derecho laboral garantiza con respecto a los máximos y mínimos de temperatura”, señaló la ministra, que puso como ejemplo que no se puede exigir la misma temperatura en una discoteca que en una librería. En la práctica, la mayoría de bares, restaurantes y comercios se beneficiarían de esta exención, aunque eso sí deberán justificar, tal y como recordó Ribera, porque no aplican el límite de la temperatura fijado en el Real Decreto de ahorro energético.
El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería, Jorge Moro, ya reivindicó en este medio el cumplimiento de la ley de seguridad laboral y recordó la importancia del ejercicio físico que realizan los camareros. “Es importante que sean conscientes de las dificultades en las que trabaja la hostelería y que al menos se adapte a la normativa que ya existe”, valoró el empresario que recordó la importancia de que las medidas queden “claras” para que no queden al arbitrio de los inspectores. No obstante, señala que el descenso de dos grados “es muy importante” y están satisfechos por esa medida, pero también debería tenerse en cuenta el bienestar del cliente y todos los trabajadores a la hora de acondicionar la temperatura en los establecimientos.
En la misma línea, el presidente de Aesco, Benjamín Crespo, se mostró precavido ante los cambios que se han sucedido durante las últimas semanas. “Habrá que ver como queda, pero es un avance”, reflexionó el portavoz de los comerciantes salmantinos que señala que aún deben darse bastantes pasos más para solucionar la obligatoriedad en el cierre de puertas en los negocios que tienen climatización dentro de sus puertas. No obstante, recuerda que, tal y como le trasladaron los comerciantes, la temperatura no debería ser lineal y tendría que adaptarse a las necesidades de cada territorio.
Crespo insiste en que estos cambios son “inviables” en la mayoría de los establecimientos, tanto por la dificultad de cambiar las instalaciones como por la financiación necesaria para llevarlos a cabo.
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