La hostelería salmantina tiene más negocios que antes de la pandemia

La hostelería salmantina ha logrado sobrevivir a una de las épocas más complicadas que recuerdan en el sector. La mejor demostración de que lo más difícil ha pasado por ahora es que el número de negocios ya ha superado al que había antes de la irrupción del coronavirus. En cambio, en los alojamientos turísticos está costando más salir del bache, como demuestra que todo lo perdido durante la covid aún no se ha recuperado con la puesta en marcha de nuevos establecimientos. La nota común en ambos casos es que los proyectos que requieren una menor inversión económica para ponerlos en marcha son los que más rápido se están recuperando.

El mejor ejemplo es lo que ha sucedido con la evolución de bares. En febrero de 2020, antes de que se declarara el primer estado de alarma en España, el número de establecimientos de este tipo alcanzaba los 1.552. A final de ese año, la cifra había aumentado hasta los 1.580, prueba de que la mayoría de propietarios había decidido aguantar el “chaparrón” de las restricciones de aforo, horario y movimiento entre provincias. Sin embargo, una vez suprimidas la mayoría de las medidas para evitar contagios, el crecimiento del sector ha sido imparable, hasta alcanzar los 1.704 negocios que había a cierre de octubre, según los datos de la Consejería de Cultura y Turismo.

En el caso de los restaurantes la tendencia ha sido parecida, aunque más moderada. De los 714 que había en febrero de 2020 pasó a los 723 de diciembre, para acabar octubre con 736. En las cafeterías hubo menos movimiento, ya que antes de la pandemia había en Salamanca 313, cayeron a 311 a final de 2020 y ahora han experimentado una pequeña recuperación para alcanzar las 320.

A la mejoría han contribuido varios factores. El incremento del turismo nacional y, sobre todo, el mayor interés de los salmantinos por acudir a este tipo de establecimientos después de muchos meses en los que apenas pudieron hacerlo o, sí era posible, con muchas limitaciones. Un incremento del consumo que en lo referente a lo estrictamente turístico todavía no se ha recuperado por completo, ya que un porcentaje importante de las visitas a Salamanca lo acapara el turismo internacional, aún lejos de las cifras anteriores a la pandemia.

Por este motivo la puesta en marcha o reactivación de negocios del sector turístico está costando más. Por ejemplo, en hoteles, hostales y pensiones sigue habiendo menos negocios que en febrero de 2020 —270 que había entonces frente a los 266 de la actualidad—. Además, se trata de establecimientos que requieren una gran inversión, decisión difícil de tomar en un momento en el que todavía sigue habiendo interrogantes con el coronavirus. En cambio, los alojamientos rurales crecen, de los 561 a los 566, al igual que los apartamentos turísticos, de 88 a 93. En cuanto a viviendas turísticas, desde diciembre se han reactivado, para alcanzar las 405, aunque siguen por debajo de febrero de 2020.

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