La historia del amor salmantino más joven tras 70 años de matrimonio

Con tan solo 18 años Demetria Arias conoció a Ildefonso Barba que, en ese momento tenía 20 años. Cinco años después, el 11 de noviembre de 1951 se casaron. Hoy, 70 años después, la historia de amor continúa. Llevarse bien, quererse y respetarse han sido las claves de esta duradera pareja, pero también la buena salud. Aunque ambos hayan padecido algunos altibajos, el buen estado físico y mental que gozan ha permitido que a día de hoy sigan juntos. De hecho, el matrimonio actualmente vive independiente en su casa del barrio del Oeste y a sus 93 y 95 años pueden valerse por sí mismos, aunque su hija, que también reside en Salamanca, cuide de ellos.

Su historia de amor comienza en Salamanca. Él residía en el Arrabal del Puente y ella en Chamberí. Cuando se casaron, Demetria e Ildefonso se trasladaron a Chamberí. Ella era la primera de siete hermanos en casarse y por ello decidió quedarse cerca de su familia tras el fallecimiento de su madre. En octubre del año siguiente nació su primera y única hija y diez años más tarde se trasladaron más cerca del centro de la capital, donde residen en la actualidad. En su juventud, Demetria trabajó durante cinco años en las oficinas de los Laboratorios Coca en la calle Zamora. De aquellos años recuerda el frío que pasaba al ir a trabajar cuando atravesaba el puente sobre el Tormes. Ildefonso era pielero, trabajaba en unos almacenes e iba por los pueblos y carnicerías recogiendo las pieles. Durante los últimos 15 años de su carrera laboral trabajó en el matadero municipal.

Ildefonso es un apasionado del cante, sobre todo de flamenco. Su hija cuenta que allá donde va siempre está cantando. Cuando él se jubiló, el matrimonio disfrutó de viajes, además de compartir tardes de cartas en el hogar del jubilado. En la actualidad, debido en gran medida a la pandemia, llevan una vida más tranquila.

El aniversario tuvo lugar el pasado 11 de noviembre, pero la pareja ha decidido celebrarlo unas semanas más tarde, con una comida en casa, para reencontrarse con sus nietos que viven fuera.

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