La historia de Javier, un salmantino asfixiado por la factura de la luz: “Cáritas me ha ayudado a pagar cuatro recibos”

Javier salía esta semana de Cáritas Diocesana. No era la primera vez que tenía que recurrir a la ONG salmantina para pedir ayuda. “Me he visto obligado a venir”, explica tras haber mantenido una entrevista con las profesionales del servicio de acogida, donde ya conocen su historia y su situación económica.

Padre de un niño de 4 años, Javier ha tenido “rachas buenas y peores”. Trabajador de hostelería, como camarero, cocinero, en empresas de reparto, en el matadero... a Javier ahora sólo le llaman para cubrir vacaciones o para contratos muy esporádicos. Su mujer, peluquera y esteticien, está en paro con un subsidio de 410 euros. Por eso el alquiler y los gastos de las facturas de suministros se llevan la mayor parte de ingresos. Las últimas cuatro facturas de la luz que en total ascienden a 172 euros no las había podido pagar, por eso recurrió a Cáritas antes de que le cortaran la luz. “Aunque soy beneficiario del bono social, el incremento del precio de la luz también se ha notado algo en las facturas, con unos 12 euros extra al mes, respecto al año pasado”, explica Javier.

“No gastamos mucho y nos amoldamos a las horas más baratas a la hora de poner los electrodomésticos”, explica, mientras revela que si antes pagaba en torno a 27 euros al mes de factura con el bono social, ahora son 39 euros con la subida. A ello se suma los más de 50 euros que paga al mes por el gas correspondientes al pago fraccionado de una factura de 800 euros de hace un año.

“Tengo la familia que también me ayuda”, explica Javier que confía en encontrar un empleo antes de que llegue el invierno y suban las facturas de nuevo.

Las ONGs que dan ayudas para abonar las facturas de suministro a personas en situación de vulnerabilidad social, ya han alertado de que, de continuar en máximos el precio de la luz, no podrán mantener o abarcar todas las ayudas por el aumento del coste que supone para sus exiguas arcas.

Cáritas Diocesana, por ejemplo, en lo que va de este año ya ha destinado 19.880 euros a pagar las facturas de la luz de 312 ciudadanos de 139 familias en situación de pobreza.

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