La grave enfermedad que está cada vez más extendida entre los perros

Conocida como enfermedad del ‘gusano del corazón’, la dirofilariosis afecta principalmente a los perros y, según los últimos estudios, su presencia se ha expandido por todo el país. Así se refleja en las investigaciones llevadas a cabo por el grupo de investigación Enfermedades Zoonósicas y Una Sola Salud, de la Universidad de Salamanca, liderado por Rodrigo Morchón.

Con la colaboración del grupo de Medicina Veterinaria e Investigación Terapéutica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y varias empresas internacionales, el equipo de Rodrigo Morchón ha realizado el primer mapa sobre la presencia de “Dirofilaria immitis”, parásito causante de la enfermedad del gusano del corazón en gatos y perros domésticos a nivel provincial en España. Estos trabajos han sido publicados en el mes de mayo en “Frontiers in Veterinary Sciences” y “Animals”, revistas de reconocido prestigio internacional en el ámbito veterinario.

En concreto, los investigadores han recogido un total de 9.543 muestras de sangre de perros y de 6.588 de gatos de todas las provincias e islas de España y se ha desvelado que la prevalencia en perros es del 6,47% y en gatos es del 9,4%. La zona sur de España y algunas zonas del interior eran consideradas endémicas, pero este trabajo evidencia una clara expansión de la enfermedad a zonas del norte del país, siendo muy prevalente en las islas Canarias y Baleares, así como en provincias de Galicia, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Andalucía.

Rodrigo Morchón hace hincapié en que al ser una enfermedad zoonósica, que puede ser transmitida al humano debido a la picadura de los mosquitos, es importante profundizar en el conocimiento de esta enfermedad como herramienta para poder tomar las mejores medidas de control y prevención. Además, insiste en que en las enfermedades transmitidas por mosquitos siguen en continua expansión debido, entre otros factores, al cambio climático y al consecuente aumento de temperaturas que favorece el desarrollo de los mosquitos, la ubicación de urbanizaciones en zonas previamente dedicadas a la práctica agrícola, el aumento de viajes con mascotas y la ausencia de medidas preventivas para evitar picaduras.

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