La fórmula portuguesa para lograr que haya médicos donde nadie quiere ir

El problema de los puestos de difícil cobertura presenta la paradoja de que, si bien pone a todos de acuerdo en que urge tomar medidas, también genera posturas encontradas respecto a cómo incentivar estos trabajos.

Los médicos consultados por este diario coinciden en que “ofrecer un incentivo económico es primordial”. También la Consejería de Sanidad asume que hay que gratificar a quienes acepten estos cargos que nadie quiere. Sin embargo, la postura habitual de los sindicatos es que no puede haber diferencias de trato dentro de una misma profesión y, por lo general, suelen ganar cuando estos encontronazos terminan en los tribunales. Los hospitales, por ejemplo, defienden la necesidad de perfilar ciertas plazas para puestos muy específicos, pero los sindicatos consiguen que todos los médicos aspiren en igualdad de condiciones a la hora de pugnar en una bolsa de trabajo.

Algo similar puede suceder con el problema de los médicos rurales. Nadie quiere trabajar en algunos pueblos, pero si se premia al médico que acepte acudir a esa zona, se solicitará lo mismo para los que ya lo habían aceptado antes en los pueblos de la misma zona de salud.

Desde Sacyl se habla de “generar movilidad profesional”, pensando en que esos puestos sean la mejor vía para hacer crecer los méritos curriculares de cara a la carrera profesional, oposiciones, bolsas de trabajo, etc, pero asumen que también habrá que hablar de dinero y que habrá dificultades.

Otra de las ideas que se ha barajado a nivel interno es la de ofrecer ventajas fiscales: que los sanitarios de determinadas zonas tengan un menor IRPF. No es una ocurrencia espontánea, sino que se basa en la fórmula que ya se utiliza en zonas fronterizas de Portugal, dentro de una normativa europea. Allí, el gobierno portugués beneficia a los trabajadores sanitarios con un IRPF casi a la mitad que el de los profesionales españoles. “Podría formar parte de un plan global para fomentar la actividad económica en determinadas zonas, pero haría falta que el Gobierno se implique si también quiere colaborar en estos objetivos”, comentan desde el paseo Zorrilla.

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