La ejemplar acción de los cribadores de la invasora almeja asiática

María ha acudido este sábado al Tormes junto a su hijo Samuel para participar en el muestreo y eliminación de la almeja asiática, una especie invasora procedente de Japón y cuya presencia merma a las poblaciones autóctonas. Con sus botas de goma y el chaleco rosa del programa municipal de voluntariado VoluntaS, Samuel estaba decidido a eliminar de la orilla todos los ejemplares posibles “vivos y muertos”.

Ya conocía la especie invasora, porque me interesa mucho la biología”, añade, pertrechado con un buen pan para pasar la mañana. Casi junto a él está dispuesta a cribar la arena para eliminar bivalvos María Isabel Rivas, una voluntaria de arriba a abajo. Además de en VoluntaS, echa una mano en la Asociación de Esclerosis Múltiple, en la ONCE y en Asprodes. “Hay que sacar tiempo como se pueda. Si se quiere, se saca y sobre todo para ayudar, que es lo que más le gusta”.

Hace poco participó en la actividad medioambiental de recogida de residuos, necesaria “porque los españoles somos muy limpios”, critica con ironía. Junto al resto de compañeros se metió en el agua para colaborar con la Fundación Tormes EB en el muestreo y eliminación a la almeja, un trabajo que concluyó con la retirada de 546 ejemplares, sacados de la arena de la orilla a base de paladas y cribados. Ejemplares jóvenes, en su mayoría vivos, que evidencian que se encuentran en época de reproducción “y que habrá más”, añade Rebeca Martín, técnico de la Fundación.

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