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Orquesta Estribo durante una de sus actuaciones de este verano. ESTRIBO
La dura vida del músico de verano: tres meses dentro de un camión orquesta

La dura vida del músico de verano: tres meses dentro de un camión orquesta

Artistas que comparten unos meses con su “otra familia” y que no paran de recorrer la provincia

Sábado, 27 de julio 2019, 19:44

Decenas de músicos recorren estas semanas la provincia dentro de un camión orquesta. El verano se convierte en la mejor época para contratar este tipo de servicios. Los artistas pasan horas en la carretera, montando el equipo y entregándose en cuerpo y alma durante la actuación. Una pasión por la música y el espectáculo que en muchos casos obliga a hacer un gran esfuerzo, al tenerla que compaginar con otro trabajo o, directamente, renunciar a un empleo. La gratificación a estos sacrificios consiste en disfrutar de lo que más les gusta y de la “pequeña familia” que forman los miembros de las orquestas.

“En verano no paramos, tocamos 3 o 4 días a la semana. Son muchas horas. Tienes que llegar, montar, ensayar, actuar y después recoger y volver a casa”, explica Antonio Rubio, dueño de la orquesta Estribo. El amor al ritmo, la melodía y el compás se siente en el alma, la música corre por las venas de estos músicos. “Llevo 49 años cantando, hago lo que me gusta, disfruto mucho y mi sensación actual es que estoy viviendo la etapa más bonita de mi carrera musical”, explica Paco Santos, dueño de Espectáculos Benítez. “Este mundo es lo que me gusta, lo he vivido desde pequeña, toda mi familia se dedica a la música”, afirma la cantante de Estribo, Eva Alcalde. “Lo más bonito es la complicidad del grupo con el público”, concreta Rubén Gómez, dueño de la orquesta Apolo.

Las orquestas hacen aproximadamente entre 30 y 40 bolos al año. Con esta media, la mayoría de los componentes del grupo no pueden vivir sin un trabajo complementario. “Yo vivo porque la orquesta es mía, aunque en invierno hago alguna actuación pequeñita o sonorizo algún evento”, explica Rubén Gómez, de Apolo. En cambio, cuando se trata de empleados, la situación es completamente diferente. “Si no lo compaginas en invierno no se puede vivir de esto. Por ejemplo, yo soy auxiliar de enfermería”, explica Eva Alcalde. Son varias las orquestas que coinciden en que actualmente es difícil vivir íntegramente de este mundo. En invierno solo tocan en festividades muy concretas como Nochevieja o Navidad.

Entre el repertorio encontramos los mejores éxitos de tiempos pasados, “La mayonesa”, “Saturday night”, “La gasolina”, “No rompas más”, “Paquito el chocolatero” o “Necesito respirar”. A estos, le incluyen los “hits” del verano actual. Este año han añadido, “Enchochado de ti”, “Malamente”, “Cristina” o “Teléfono”. Al ritmo de estas canciones, miles de jóvenes y no tan jóvenes bailarán en las fiestas durante todo el verano.

Guitarristas, cantantes, bajistas, teclistas, saxofonistas, técnicos de sonido, representantes... son algunos de los elementos necesarios para que la orquesta funcione como una maquinaria perfecta. Muchos de ellos, no solo desarrollan su función, sino que también entregan esfuerzo y tiempo en montar y desmontar el camión. “Solemos ir con tiempo para dejar preparado todo antes de empezar”, afirma Antonio Rubio. “Ahora apenas tenemos que montar nada por el camión que tenemos, pero estuve en otras orquestas en las que había que hacer un gran trabajo para dejarlo todo listo, era muy duro, sobre todo al final. Tras horas cantando tenías que desmontar, se hacía eterno”, explica Eva Alcalde.

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