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Decenas de puntales sostienen el forjado de los locales situados bajo el atrio. | proyecto de restauración de la lonja norte

La Catedral encara tres años después la obra de la lonja norte precintada en 2019 por riesgo de derrumbe

El Ayuntamiento licita por 647.800 euros los trabajos de restauración, que no concluirán, al menos, hasta el último trimestre de 2023 | Patrimonio autorizó el proyecto en junio de 2020

Miércoles, 15 de junio 2022, 13:24

Ante el “riesgo de colapso”, en marzo de 2019, la lonja norte de la Catedral, el atrio que se eleva sobre la plaza de Anaya para permitir el acceso a la Puerta de Ramos, fue apuntalado y precintado, en su mayor parte, para impedir el acceso de viandantes a una estructura que amenazaba con derrumbarse. El Ayuntamiento, a través de Turismo, no tardó mucho en acordar con el Cabildo una colaboración en la ejecución de las obras de rehabilitación, a cambio de que las estancias que se encuentran bajo él se reconvirtiesen en los primeros aseos públicos del casco histórico de la capital del Tormes. Desde entonces han pasado más de tres años, y esta “tribuna” de entrada a la basílica continúa sin arreglar y vedada a los viandantes. Aunque, fuentes del Gobierno municipal, llegaron a apuntar que los trabajos estarían terminados en 2021; sin embargo, no estarán concluidos, como muy pronto, hasta el último trimestre de 2023.

Nueve meses después de que el Consistorio anunciase la inminente apertura del procedimiento de contratación de las obras de rehabilitación, la pasada semana se publicó en la Plataforma de Contratación del Estado la licitación de esta intervención, para la que finalmente se contará con apoyo económico del Estado y de la Junta de Castilla y León. Sí inicialmente iba a ser costeado por las arcas municipales y del Cabildo, finalmente se optó por incluir el proyecto dentro del Plan de Sostenibilidad Turística, casi cinco millones de euros aportados por las administraciones local, regional y nacional.

Las empresas tienen de plazo hasta el 4 de julio para presentar sus ofertas, por lo que, con el tiempo que llevará analizar sus propuestas, es previsible que hasta después del verano no se produzca la adjudicación de unas obras cuya duración será de un año. Esto conllevaría que la próxima Semana Santa las procesiones —este año casi todas han pasado por la Catedral— tendrán que evitar este espacio que se encontrará aún en obras.

“El suelo de la lonja actual está construido en parte sobre un relleno del terreno y en parte sobre un forjado que deja bajo él unas estancias”, explica el arquitecto Valentín Berriochoa en su proyecto de rehabilitación. “La zona construida con un forjado de viguetas de hormigón armado con bovedillas cerámicas, apoyadas en muros interiores. En la cara superior del mencionado forjado existe una impermeabilización y sobre ella está colocado el pavimento de losas de piedra”, explica antes de señalar que la impermeabilización esta deteriorada y el agua empapa todo el forjado produciendo “colosales humedades”, que han dañado severamente la estructura provocando el peligro de derrumbe que llevo a apuntalar su interior.

En junio de 2020 la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta autorizó esta reforma, que obligará a desmontar el enlosado del atrio —se recolocará posteriormente—, desmontar y reconstruir el forjado del techo de los locales interiores, mejorar la impermeabilización y drenar la zona exterior del atrio, así como a mejorar el sistema de ventilación de los locales y acondicionarlos como aseos públicos.

Esta intervención liberará 143,1 metros cuadrados bajo la lonja en los que no solo se instalarán baños, sino también una zona de recepción, una sala de lactancia y un cambiador de bebés, según recoge el Plan de Sostenibilidad Turística. La intención del Consistorio es que también haya una estancia para ofrecer información a los turistas.

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