La alerta por la oruga procesionaria en Salamanca pone en marcha un nuevo tratamiento

Los parques de La Alamedilla, Jesuitas, Chinchibarra o de las Musas son algunas de las más de veinte zonas verdes de Salamanca que se han incluido en la campaña de prevención de oruga procesionaria en la que está inmerso el Ayuntamiento de Salamanca, dentro de la estrategia Savia. El objetivo es anticiparse a los meses cálidos, cuando este insecto comienza a bajar desde los árboles al suelo y puede provocar problemas de salud urbana.

Aunque la campaña se inició en septiembre con un primer proceso centrado en endoterapia —inyectando a los árboles susceptibles de esta “colonización” sustancias para combatir las larvas—, ahora se inicia una segunda fase. A través del servicio municipal de parques y jardines se están colocando trampas específicas para árboles de difícil acceso o con mucha altura, que consisten en la instalación de unos anillos que abrazan el tronco y evitan que las orugas lleguen al suelo.