La fábrica de grasas ya tiene fecha tope para solucionar los «insoportables» olores que afectan a la ciudad

Belén Hernández

Salamanca

Sábado, 24 de agosto 2024, 06:30

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La Junta de Castilla y León ha tomado medidas para atajar las emisiones de malos olores procedentes de la fábrica de grasas ubicada en el término municipal de Doñinos de Salamanca, pestilencia que cubrió a la ciudad desde el jueves pasado y hasta primera hora del viernes, así como a localidades limítrofes desde Villamayor a Castellanos de Villiquera.

Tras abrir de oficio un expediente de revisión de la autorización ambiental de la factoría, la Director General de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental se ha reunido con los responsables de la empresa para elaborar las medidas a adoptar concediéndole hasta enero o febrero del año que viene plazo para su cumplimiento.

«Algunas de las imposiciones ya se han cumplido y otras requieren la adquisición de nuevos equipos y el cambio de maquinaria», especifica el director general de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental, José Manuel Jiménez Blázquez. 

Advierte que de aquí a que se ponga en marcha la nueva maquinaria y se ejecuten actuaciones en la depuradora se podrán producir nuevos episodios de emisiones de olores que calificó de «no admisibles».

Cuando transcurra el plazo y se hayan implantado los importantes cambios en el sistema de producción, la Junta concederá a la fábrica una nueva autorización ambiental que implicará el cumplimiento de nuevas obligaciones «acordes a la actividad».

«Para entonces», especifica Jiménez, «si se detectan incumplimientos la empresa será objeto de expediente sancionador, pero ahora no». Tras abordar varias inspecciones en las instalaciones, los técnicos de la Junta han mantenido varias reuniones con los responsables de la fábrica, que han mostrado su compromiso de colaborar y de ejecutar las medidas que les han impuesto.

«No nos consta que las emisiones supongan problemas para la salud, hemos hecho inspecciones y el proceso de elaboración es correcto, aunque el hedor que desprende es difícilmente soportable y debe corregirse», añadió Jiménez.