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El catedrático José J. Gómez Asencio ARCHIVO
José J. Gómez Asencio sobre el primer libro de Nebrija: “Fue un best seller”

José J. Gómez Asencio sobre el primer libro de Nebrija: “Fue un best seller”

El catedrático de Lengua Española de la Universidad de Salamanca es uno de los expertos sobre el humanista, de cuya muerte se cumplen cinco siglos en 2022

Sábado, 6 de noviembre 2021, 15:58

EN 2022 se celebrará el V Centenario de la muerte de Antonio de Nebrija. José J. Gómez Asencio, catedrático de Lengua Española de la Universidad de Salamanca, es uno de los expertos sobre el humanista, que en 1492 publicó la primera gramática de la lengua castellana.

–Nebrija fue un hombre excepcional.

–Lo más destacable de Nebrija era su inteligencia natural, que debía ser sobrenatural. Debía ser una persona con unas capacidades intelectuales —innatas, adquiridas, o ambas— fuera de lo común. Y su capacidad de trabajo; imagino que dedicaba el día entero a trabajar. Y, además, y en un terreno más privado, fue capaz de ser leal a su esposa y de criar a sus, como mínimo, siete hijos naturales.

–¿Pudo tener más de siete hijos?

–Es posible que tuviera alguno más, aunque no hay certezas. Pero él se preocupó de tener suficientes trabajos, y de crecer en sus relaciones personales, sociales e intelectuales, para que sus siete hijos tuvieran una vida razonable. Y a lo largo de su vida se ocupó de que sus hijos tuvieran, en la medida de lo posible, buenos puestos de trabajo. O sea que, además de un buen intelectual, fue un tipo muy trabajador; lo que hoy podríamos llamar un buen padre.

–¿Qué aporta Nebrija a la historia del latín y a la gramática latina?

–Su aportación más importante es “Introductiones latinae” (“Introducciones latinas”), publicado en Salamanca en 1481. Es la primera gramática moderna del latín que se elabora desde una perspectiva no medieval, por tanto, humanista y moderna. ¿Qué grandeza tiene esta gramática? En realidad es un libro escolar, y visto en la perspectiva del siglo XXI es muy elemental. Pero visto en la perspectiva del siglo XV es un libro muy importante y muy novedoso.

–¿Por qué fue novedoso?

–Por su descripción de la lengua latina, hecha desde los autores clásicos latinos. El latín había desaparecido como lengua materna desde el siglo VI. Las gramáticas del latín entre los siglos VI y XV son gramáticas de autores que no tiene el latín como lengua materna. Estos gramáticos medievales inventaron una especie de latín no nativo. Era un latín artificial y las gramáticas que se hacen entre los siglos VI y XV no describen en latín verdadero hablado por los romanos, sino un latín medio artificial creado en la Edad Media para entenderse en las aulas. El gran salto de Nebrija es que se olvida de esos casi diez siglos medievales y salta otra vez a los gramáticos latinos y a los autores latinos. Es decir, el libro latino de Nebrija no está inspirado en las gramáticas medievales inmediatamente anteriores, sino en las gramáticas latinas romanas anteriores al siglo VI, y en los autores latinos que hablaban latín de verdad, porque era su lengua materna. Esa es la grandeza de la primera edición.

–Y fue un libro para enseñar a los estudiantes.

–Y fue un éxito editorial tremendo. Se vendieron 1.000 ejemplares en un año. Al año siguiente, se hicieron otras 2.000 copias. A los dos o tres años empezaron a salir ediciones constantes, muy ligeramente retocadas, porque había una especie de necesidad cultural de ese libro que fue un best seller.

–Es un libro que Nebrija elabora en Salamanca.

–Ese libro se publica en 1481. Nebrija había conseguido en Salamanca una cátedra de poesía y de oratoria. Y luego una de gramática latina. Y ahí se da cuenta de que los manuales con los que tiene que trabajar en clase son malos, no son adecuados, no se ajustan, no le gustan, y entonces decide ponerse a escribir ese libro, que tuvo un éxito de crítica y público importante. Y el propio Nebrija en 1495, catorce años después, saca otra edición muy reformada, que es un libro para que los profesores tengan sostén para poderse defender en clase con soltura, con elegancia y sin miedo a que los estudiantes levantaran la mano. Y ese libro se publicó hasta el siglo XVII.

–¿Qué relación tuvo Nebrija con la imprenta?

–En la actualidad creemos que no fue impresor ni dueño de una editorial. Pero debía de gustarle el trabajo de impresión y él mismo corregía sus pruebas. Y sus hijos tuvieron una imprenta en Granada donde publicaron las obras del padre y otras obras. La hipotética imprenta de Nebrija en la calle Libreros parece que fue de Juan de Porras. Y la casa donde vivió Nebrija muchos años está en la calle Cervantes, en la manzana que hay entre la calle Serranos y la Facultad de Geografía e Historia.

–Se fue desalentado de Salamanca....

–Muchas veces se iba si tenía mejores expectativas de vida y trabajo. Y cuando eso se acababa, regresaba y lo obligaban a opositar de nuevo. La última gran desdicha es cuando decidió volver a la cátedra de Prima de Gramática porque murió su poseedor y había quedado vacante. Son candidatos a esa cátedra otro discípulo suyo que al final no se presenta y un recién doctor, con apenas experiencia, que se llamaba García del Castillo. Para humillación de Nebrija, la cátedra se la dieron a García del Castillo y catearon a Nebrija. No hay que olvidar que el libro de texto de esa asignatura era el libro de las “Introducciones latinas” de Nebrija. Decidieron no darle la cátedra a un señor que tenía una fama europea e internacional tremenda, un currículo fuera de lo común y absolutamente admirable para dárselo a un tipo que no había publicado ni una línea. Y Nebrija, que era una persona soberbia y muy pagada de sí misma —con razón—, decidió mandarlo todo al garete y se marchó de aquí muy enconado. Llegó a escribir: “No voy a volver a Salamanca ni por mi pie ni en cenizas”. Se quedó sin nada, en el paro y tenía 69 años. Y ahí fue cuando Cisneros decidió “rescatarlo” definitivamente y Nebrija se marchó a Alcalá.

–¿Qué importancia tiene que Alfonso de Palencia publicara un diccionario en torno a 1492, que es un descubrimiento reciente?

–Que el diccionario español-latino de Nebrija ya no es el primero del mundo. Pero ser el primero no es ser el mejor. Nebrija y Alfonso de Palencia van a seguir siendo igual de grandes con esta noticia. Pero de Alfonso de Palencia tenemos dos folios y de Nebrija, un diccionario completo. En el diccionario de Nebrija, de 1495, aparece la palabra “canoa”, que Colón acababa de traer del Caribe. Nebrija tenía en su diccionario los últimos neologismos que había traído al español el encuentro con América.

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