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«No podemos atenderle, vuelva usted mañana». Es la respuesta que algunos ciudadanos se encuentran cuando se dirigen a un acuartelamiento de la provincia para interponer, por ejemplo, una denuncia. En muchas ocasiones se ven obligados a desplazarse a otros municipios para recibir atención, incluso en situaciones de emergencias.
La provincia de Salamanca cuenta con 32 acuartelamientos—más la Comandancia de Salamanca—en Santa Marta de Tormes, Alba de Tormes, San Pedro de Rozados, Macotera, Peñaranda de Bracamonte, Cantalapiedra, Villoria, Villares de la Reina, Rollán, Béjar, Guijuelo, Galinduste, Ledrada, La Alberca, Tamames, Linares de Riofrío, Lagunilla, Ciudad Rodrigo, Sancti Spíritus, Fuentes de Oñoro, Fuenteguinaldo, Navasfrías, El Payo, Vitigudino, Ledesma, Monleras, Villarino de los Aires, La Fuente de San Esteban, Lumbrales, Aldeadávila de la Ribera, Barruecopardo y Villavieja de Yeltes. De ellos, tan solo cuatro abren 24 horas todos los días de la semana y dieciséis prestan atención ciudadana tan solo un día a la semana. Desde la asociación profesional de Justicia de la Guardia Civil (JUCIL) denuncian tanto la reducción de los horarios como el déficit de agentes del instituto armado.
Esta situación se da sobre todo en zonas rurales donde la presencia de la Guardia Civil es fundamental para garantizar la seguridad y tranquilidad de los vecinos.
Desde la asociación apuntan que la instalación de carteles en las dependencias con horarios restringidos, que redirigen a los ciudadanos al cuartel más cercano, representa un riesgo para el sosiego de los vecinos. Asimismo, los residentes sufren las consecuencias de la falta de personal ya que, en ocasiones, se enfrentan a largos tiempos de respuesta de las patrullas, que en algunos casos deben recorrer muchos kilómetros.
Esta problemática que perjudica a la seguridad de los vecinos también afecta en la capacidad operativa de los agentes, que se ven sobrecargados y sin recursos necesarios para cumplir con sus responsabilidades y servicios.
Desde JUCIL proponen una redistribución geografía de los cuarteles para que los agentes de la Guardia Civil se adapten a los cambios demográficos y así hacer más efectivo su trabajo. Asimismo, la organización solicita una ampliación urgente de plantilla debido a que la tasa de reposición no se cumple. «Hoy por hoy pasan a la reserva más agentes que los que ingresan creando un déficit de efectivos cada vez mayor», según los representantes que han destacado que en menos de 10 años pasarán de unos 17.000 agentes menos que tenemos hoy a la cifra de 25.000. «La situación tiende a empeorar si desde la administración no buscan una solución inmediata. Instamos al Gobierno al aumento de plazas en las próximas convocatorias de ingreso en la Guardia Civil, tal y como las tuvimos en los años 90, las cuales fueron de más de 5.000 personas que son las que en breve pasarán a la reserva».
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