Cuatro ventanas de la avenida Portugal dejan ver desde la calle cuatro escenarios navideños totalmente diferentes que acaparan cada año cientos de miradas: un belén tradicional, una ciudad de la Navidad, un árbol decorado al mínimo detalle y una escena con Papá Noel como protagonista. Teo Sánchez y su mujer Conchi, una pareja sin hijos que comparte su pasión por la Navidad, decidió hace 17 años llenar el vacío de las estancias de su hogar construyendo su propio nacimiento a lo grande.
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«Cuando me casé con mi mujer me casé también con la Navidad», asegura a este medio su artífice, Teo Sánchez. Con más de 400 figuras colocadas en estas vistosas composiciones navideñas, la pareja comenzó a poner su casa a punto a principios de noviembre. Además del espectáculo visual, Teo y Conchi han incorporado en el exterior dos altavoces que reproducen villancicos cada tarde de 18:30 a 20:00 horas. «A lo largo de todo el año compramos nuevas piezas para los belenes del año siguiente. Siempre nos gusta cambiar de estilo y visitamos todo tipo de tiendas para encontrar nuevas piezas, nos gustan mucho las que son en movimiento», explica.
El vecino deja claro que su objetivo principal es el disfrute de los pequeños de toda la ciudad, pero también busca traer el espíritu navideño al barrio salmantino: «Como no tenemos hijos, desde un principio quisimos que disfrutasen de la Navidad de una forma especial los hijos de otras parejas. Se quedan embelesados mirando por las ventanas, muchos de ellos no se quieren ir de aquí», explica. Junto a ello, siguen a la espera de que sus vecinos cercanos se animen también a decorar sus espacios: «Nos gustaría animar al resto de vecinos a instalar sus decoraciones. Los belenes son un éxito total», explica Sánchez. La realidad es que Conchi y Teo reciben cada año más halagos y palabras de agradecimiento por su contribución a la Navidad en el barrio: «No hemos oído una sola crítica, todo son palabras bonitas hacia nuestras creaciones. Lo más importante es que venga gente a visitarlas y que salgan del centro. Mucha gente viene hasta el barrio para ver esta decoración navideña y ya se quedan aquí», explica Sánchez.
A lo largo de toda su vida, Teo Sánchez se ha dedicado a la carpintería, un oficio que también le ha permitido explorar su lado más creativo. «Aunque estará instalado hasta enero, cuando lo quitamos siempre hay piezas que reparar o arreglar. Algunas de las piezas que hay en el belén han sido creadas también por nosotros a mano», afirma. Junto a ello, la pareja asegura que seguirá instalando y ampliando sus creaciones navideñas en el futuro: «Lo haremos hasta que podamos», recalcan.
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