La impactante exposición de un pueblo ficticio que envuelve al público entre clichés y fantasmas

El Espacio Experimental de la Hospedería Fonseca acoge desde esta misma mañana la nueva exposición 'The Tortolilla Project: Castillian Horror Book' de los artistas Cristina Guerrero y Pablo González, dos estudiantes de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca que se han propuesto 'trasladar' a los visitantes a través de diferentes materiales y creaciones originales a un pueblo ficticio al que han bautizado como 'Tortolilla del Arroyo'. La exposición se podrá disfrutar desde hoy hasta el próximo 9 de junio en horario de martes a sábado de 12:00 a 14:00 horas y, por la tarde, desde las 17:30 hasta las 20:30 horas. Los domingos y festivos solo en horario de mañana, desde las 10:00 hasta las 14:00 horas. Los lunes la muestra permanecerá cerrada.

Con esta narrativa, ambos artistas juegan con los clichés y las particularidades que se atribuyen al mundo rural desde un imaginario popular moldeado por la deriva poblacional hacia las ciudades y mostrando la realidad de la 'España vaciada'.

La exposición se divide en dos partes diferenciadas. La primera sala, a la que los creadores han denominado 'El museo de antaño', organizado por la Oficina de Turismo de Tortolilla del Arroyo y el Ayuntamiento del pueblo muestra una recopilación de material etnográfico. Economía, cultura y tradición, historia y geografía del pueblo a través de diferentes materiales entre los que destaca, un traje regional del pueblo ficticio fabricado solo para la ocasión o una camiseta del equipo de fútbol de Tortolilla del Arroyo. El objetivo que persiguen los artistas es que el público conozca la vida tortolense y que así pueda situarlo en un mapa mental.

La segunda sala muestra 'La investigación de la Aparición', donde dos investigadores de lo paranormal exponen sus hallazgos, fotografías y relatos obtenidos en sus visitas a Tortolilla del Arroyo. Se muestran más de 150 fotografías y objetos que evidencian el extraño ambiente del lugar. También se dispone un archivador que recopila textos que contextualizan las fotografías expuestas. El espectador podrá investigar en estos archivos para conocer más a fondo el caso. Por último, se muestra un cortometraje found footage rodado con la colaboración de los artistas burgaleses Sofía Sanz Curiel, Mario Contreras Céspedes y Roberto Martín González.

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