La iglesia salmantina que es única en España por su insólito diseño arquitectónico

Se trata de uno de los templos católicos más sorprendentes y significativos de Salamanca. Se construyó a finales del siglo XI y es considerada única en España por un motivo: fue sede de una corporación de sacerdotes desde el año 1202 hasta el 1769, cuando, coincidiendo con la expulsión de los jesuitas, se les entregó la iglesia que tenían en la ciudad: 'La Clerecía'.

San Marcos es una pequeña y entrañable iglesia que guarda estilos variadísimos: el altar es románico; sus columnillas son visigóticas según algunos autores; su artesonado es mudéjar; sus bóvedas y sus frescos son góticos; su espadaña es barroca y la puerta de su sacristía es renacentista. A lo largo de su historia, se han ido redescubriendo varias 'joyas' que se encontraban ocultas en su interior y, entre las cuales, figuran los frescos del siglo XIV que representan los murales de la anunciación, la coronación de la virgen y a San Cristóbal vadeando el río con Cristo sobre sus hombros. Otro hallazgo ha sido el de un crucificado gótico, el Cristo del Castillo, que se encontró muy fragmentado y fue reconstruido por Alfonso Albarrán. Puede verse en el ábside principal. San Marcos es, además, la construcción salmantina donde mejor se aprecian las marcas de los canteros sobre la piedra franca de Villamayor.

Pero la curiosidad de este templo radica en otros muchos factores. Con unos 20 metros de diámetro, se llegó a creer que su forma circular fue consecuencia de haberse aprovechado, para su construcción, una de las torres semicilíndricas de la muralla de la capital del Tormes -teoría que lleva estando en los anales de la historia de Salamanca desde el siglo XIX, con hasta un plano en el que se puede observar que dicha iglesia estaba próxima a este recinto amurallado-.