
JOSÉ MANUEL SOTO
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JOSÉ MANUEL SOTO
Hace tiempo que del exitoso autor de 'Por ella' y reconocido intérprete de canción española se sabe más por sus polémicos mensajes en redes que por sus éxitos musicales. José Manuel Soto (El Carpio, Córdoba, 1961) llega esta noche a Salamanca con las entradas agotadas y el propósito de disfrutar con su público y la intención de seguir criticando lo que no le gusta.
Casi 40 años en la música, pero su ultimo disco es de 2017. ¿Ha optado por la vida tranquila?
—Bueno, tengo 64 años y ya he pasado por todas las etapas. Ahora hago bastantes conciertos y hago muchas cosas, pero no tengo ganas de grandes mogollones y sí de disfrutar de la profesión. Sé muy bien que ya no soy una estrella de la música: tengo mis seguidores, mis detractores también y estoy contento de lo que tengo. Es un milagro mantenerse 40 años cantando.
¿Y no le sale componer algo?
—Sí, compongo algunas cosas. Antes teníamos por contrato la obligación de sacar un disco todos los años. Era muy exigente. Ahora no la tengo.
Se ve ahí cierto resquemor con la industria musical.
—Cuando yo empecé, me explotaron. Tienes ganas de triunfar y firmas todo lo que te ponen por delante. Se quedaron con el 50% de mis derechos de autor y eso lo pagas toda la vida. La industria de la música no me ha tratado bien. Y esa es una de las cosas que agradezco de esta época, que voy por libre. Los intermediarios me sobran y estoy mucho más cómodo.
¿Como será su concierto en Salamanca?
—Intercalaremos alguna canción menos conocida, pero la gente quiere escuchar canciones que conocen y tienen interiorizadas. Quienes me siguen se saben muchas canciones mías, yo tengo un montón de discos, y ese es el público al que tengo que cuidar.
¿Se siente esclavo de éxitos como 'Por ella' y 'Déjate querer'.
—Esclavo sería una palabra un poco dura, pero es verdad. Aquí no se hace lo que un quiere, es el público el que manda.
Hace tiempo que se habla más de usted por asuntos ajenos a la música que por su faceta de artista. ¿Cómo se siente entre tanta polémica?
—Están pasando cosas muy graves, en el mundo y en España. Todos tenemos derecho a opinar, a mi me gusta hacerlo y las redes me lo permiten. A veces la doy de manera acertada, y otras me caliento un poco y eso tiene sus consecuencias. El ambiente está muy polarizado, y se nota en mis opiniones: veo a gente que está muy de acuerdo conmigo y otra que no me quiere nada y que hará todo lo posible por joderme la vida. Es desagradable, pero son los tiempos que nos ha tocado vivir. Si te alineas con unas ideas que no son las que están en el poder, el poder se te echa encima. A mí me ha pasado. Yo estoy boicoteado por todas las instituciones donde gobierna la izquierda. Y los de la derecha tampoco me contratan mucho porque no quieren problemas. Entonces solo me queda buscarme y la vida, buscarme un teatro o una sala y jugármela.
Se recuerda mucho aquel tuit suyo de 2023 en el que insultó gravemente a Sánchez, a su madre y todos los votantes del PSOE.
—Me he disculpado muchas veces por aquello porque fue una equivocación. Somos personas y en ocasiones nos calentamos. Yo no he matado a nadie. Sí utilicé un lenguaje coloquial que usamos en el día a día, pero cuando se queda por escrito es jodido. Pedí disculpas, lo borré, pero aunque pidas perdón, no te perdonan. Te tienen crucificado para toda la vida.
Y viendo estas reacciones tan furibundas que despierta ¿le compensa seguir haciéndolo?
—Es importante opinar, porque si te quedas callado, estas dando por bueno todo lo que pasa. Están desmantelando el estado de derecho, están intentando que los españoles nos peleemos. Creo que el peor pecado que puede cometer un gobernante es sembrar la discordia entre los ciudadanos, y es lo que se está haciendo. En los 80 nadie se acordaba de la guerra civil ni de Franco, y hoy estamos todo el día con ello . ¿Ypara qué? Porque a ciertas tendencias políticas les interesa que se pelee. Y contra eso hay que levantarse.
Apunta al Gobierno de Sánchez.
—Sí, sí, absolutamente. Al Gobierno actual y a la época de Zapatero cuando se empezó con la memoria histórica y esas cosas. Buscan que la situación se tensione, como se le oyó aquella vez hablando con Gabilondo. Como este rollo del feminismo exacerbado que hay. El objetivo no es la igualdad, sino la crispación.
En el reciente 8M publicó irónicamente en sus redes un vídeo con un mensaje antiguo de Ábalos en el que él afirmaba sonriente : «Yo soy feminista porque soy socialista».
—Es que es un cachondeo. Los que hablaban de feminismo resulta que son realmente unos puteros y unos golfos, unos tíos que abusan de las mujeres y que no saben respetarlas. Y son los que nos mandan, que es doblemente grave. Hablo de Monedero, de Errejón. Y de Ábalos, que todo el mundo sabía lo que hacía.
Usted que es tan polémico en las redes, ¿cómo ha vivido la tormenta en torno a Karla Sofía Gascón.
—No le veo sentido. La nominaron por su trabajo y luego descubren unos tuits suyos de hace tiempo, diciendo cosas... Yo no los he visto, pero es que me da igual. Le han penalizado su opinión porque no es políticamente correcta. Si no estás de acuerdo con las políticas oficiales, eres un proscrito. Y si te parece mal que parte del Estado se quiera independizar, y que el que impone las leyes sea un prófugo que vive fuera de España y dices que todo esto es aberrante, pues te llaman fascista.
También es cierto que muchos de los que atacan llamando a otros «fascista» no conocen exactamente qué es eso.
—Aquí todos los que no estamos de acuerdo con la política del Gobierno somos fascistas. Y están consiguiendo la reacción de la extrema derecha y lo que esta pasando en Europa, que la gente ve políticas sobre inmigración o libertad de expresión con las que no están de acuerdo y se radicalizan.
Ha confesado que se alegró en su día de la victoria de Trump, pero que ya lo ve un poco distinto.
—Lo vi como un fracaso del mundo 'woke', que yo creo que hacía falta. Pero ahora este hombre se ha quitado la careta y está tomando decisiones peligrosas y un poco locas. Creo que es una locura dejar sola a Ucrania y aliarse con Putin. No se puede dar la razón a un tío que invade un país y bombardea civiles. Si es así, estamos perdidos.
¿Es de los que piensa que todo va irremediablemente a peor?
—Es evidente que el siglo XXI no está siendo como esperábamos. Es una época oscura, están llegando al poder regímenes totalitarios por todas partes, hay terrorismos protegidos por muchos estados haciendo barbaridades. Ni miramos a Africa, donde hay persecuciones religiosas... Cuando era joven, yo pensaba que hoy estaríamos pensando en el bienestar, en los avances de la ciencia, y en 2025 nos planteamos fabricar armamento porque no estamos seguros de si nos van a invadir o no. Es un fracaso absoluto de la raza humana.
Pues con la que está cayendo, se entiende que prefiera refugiarse en pequeñas salas para disfrutar con su público de canciones bonitas.
—Sí. Eso, por un lado, y también me refugio en el campo. Llevo una vida tranquila, con mis caballos y mis perros. Procuro evadirme lo que puedo. Estamos en la vida para disfrutarla y aquí se va todo muy rápido.
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