Pilar Fraile y Javier Nieto, jefes de Nefrología y Rehabilitación. ALMEIDA

El Hospital pone a hacer ejercicio a los pacientes en hemodiálisis

Pionero proyecto para mejorar la condición física y emocional de los pacientes con enfermedad renal crónica

Javier Hernández

Salamanca

Sábado, 10 de febrero 2024, 06:15

El Hospital de Salamanca ha puesto en marcha un novedoso programa que consiste en poner a hacer deporte a los enfermos renales mientras están recibiendo la hemodiálisis.

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La largas horas que estos pacientes pasan conectados a una máquina suelen ser empleadas para dormir, leer o charlar entre ellos. El Hospital de Salamanca les está proponiendo una serie de ejercicios que les van a ayudar a ganar en funcionalidad, independencia y tolerar mejor la hemodiálisis.

Se considera que una persona sufre enfermedad renal crónica cuando su función renal disminuye a menos de un 15%. En este contexto al paciente le quedan tres vías: ser trasplantado, la hemodiálisis o la diálisis peritoneal, pero estas dos últimas condicionan sus vidas y conducen a un peligroso inmovilismo.

Los servicios de Nefrología y Rehabilitación recalcan la importancia de la actividad física en este tipo de pacientes porque facilita la recuperación, reduce los síntomas asociados, mejora el estado anímico y prolonga su supervivencia.

La nefróloga Pilar Fraile y el rehabilitador Javier Nieto detallaron que el pilotaje de este programa se ha realizado con un perfil de paciente muy determinado: enfermos renales -en estadio 5- que lleven al menos tres meses en hemodiálisis, estén estabilizados porque toleran bien el tratamiento y no tengan colocada la fístula en las piernas, porque esto interferiría en los ejercicios.

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El programa comenzó en octubre con 21 personas y 12 de ellos ya lo han finalizado con éxito, confirmando con datos mesurables que, efectivamente, el ejercicio les ha beneficiado.

«El objetivo es romper el círculo vicioso de los pacientes que al tener algún tipo de discapacidad, tienden a ser sedentarios. Como realizan menos actividad física eso les lleva a perder la forma física, hacer menos actividad y sentir más incapacidad», explica el doctor Nieto, jefe de Rehabilitación, que añade: «El programa también ayuda a que los que ya tienen una buena condición física no la lleguen a perder».

Los especialistas del Hospital están realizando pruebas analíticas antes y después de este programa -que tiene una duración de 12 semanas- y la comparativa entre ambos análisis es muy significativa: la actividad física mejoró a los pacientes.

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Gracias a la colaboración de Neumáticos Andrés y Alcer, el Hospital ha instalado unos cicloergómetros -unos pedales- en los puestos de hemodiálisis para que el paciente esté activo mientras está conectado a la diálisis.

El programa de entrenamiento tiene una primera fase de calentamiento. Le siguen posteriores fases de entrenamiento aeróbico, entrenamiento de fuerza y, por último, una fase de recuperación y enfriamiento.

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«Lo que se ha visto durante al pilotaje es que en todos los pacientes mejoró el balance muscular. En el test de marcha también destaca que aumentó la distancia que recorrían, así como los test de equilibrio», explicó la jefa de Nefrología, Pilar Fraile.

También se comprobó una mejoría en los parámetros inflamatorios y una reducción en los pliegues de grasa.

Toda vez que los resultados obtenidos no dejan lugar a la duda -el programa funciona y es beneficioso-, ahora el Hospital se marca el reto de ampliar a un mayor número de pacientes.

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