La grúa de la Rúa enfrenta a hosteleros y comerciantes con el Consistorio

Estaban avisados, pero los comerciantes y hosteleros salmantinos de la Rúa se mostraron muy enfadados al ver cortada la calle por la instalación de una grúa de grandes dimensiones que trabajará en unas obras durante los próximos meses.

Los comerciantes de la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja de Salamanca denunciaron el «gravísimo daño» que suponía para los negocios la decisión del Ayuntamiento de Salamanca de cerrar desde las 07.00 y hasta las 20.00 horas. Los comerciantes lamentaron que esto se hiciera «sin previo aviso previo a los negocios afectados», algo que negaron desde el Consistorio de la ciudad: «El corte previsto se comunicó con antelación a todos y cada uno de los establecimientos comerciales del tramo afectado por los policías locales números 6087, 5243 y 5349», indicaron.

El Ayuntamiento de Salamanca explicó a este diario que «en todo momento el acceso a los diferentes establecimientos ha estado permitido al habilitar dos pasillos. En cuanto a las terrazas, se comunicó a los hosteleros que podrían instalarlas progresivamente a partir de las 12:00 horas».

Por su parte, la presidenta Azucena Hernández denunció el daño que sufren los comercios de la zona con esta medida : «Afecta al menos a una veintena de negocios, a los que se nos quita la caja de un día, en un momento de temporada alta para los turistas, que son nuestros principales clientes. Estamos indignados, porque creo que se podía haber buscado una solución mejor para que se pudiera hacer sin dañar nuestros derechos ya que ésta fórmula nos obliga casi a un cierre forzoso durante un día».

Los comerciantes y hosteleros preguntados por este diario manifestaron su malestar. Guillermo, dependiente de una tienda de camisetas explicaba que se notó el corte: «Es cierto que la gente cuando ve una calle en obras da rodeos. A mí ayer no me ha avisado nadie, me he encontrado con esto directamente, he llegado esta mañana a las 9:30 y estaba ya todo esto montado».

José, con un restaurante, también criticaba la medida. «Nos dijeron que a las doce del mediodía podíamos montar la terraza y ahora nos ha dicho el de la grúa que ellos tienen permiso hasta las ocho de la tarde. Y si yo tengo una reserva de 50 personas en la terraza ¿Qué hago? Nos la preparan, quedo mal con los clientes. Hoy hemos tenido suerte de no tener muchas reservas», indicaba.

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