El gran pacto que busca Sacyl para cubrir los puestos de difícil cobertura de la provincia de Salamanca

Castilla y León ya está trabajando para «sacar adelante una norma específica sobre los puestos de difícil cobertura» que consideran urgente para solucionar los problemas que existen en distintos puntos de la Comunidad.

El Ministerio de Sanidad asumió a principio de año el liderazgo para crear una normativa clara sobre los llamados puestos de difícil cobertura que fuera válida en cualquier zona de España. Sin embargo, el cambio al frente del Ministerio -Carolina Darias fue sustituida por José Manuel Miñones- y la posterior convocatoria de elecciones han paralizado las negociaciones y dejan la iniciativa en manos de las comunidades autónomas.

«Desde marzo o abril no se han vuelto a tener noticias del Ministerio, pero sí se debatió un documento en el seno del Consejo Interterritorial de Salud en el que se establecieron 13 items sobre la difícil cobertura. Eran, en realidad, una recopilación de las propuestas que previamente habíamos enviado las comunidades autónomas. Muchas de esas propuestas son de Castilla y León», explican fuentes de la Junta de Castilla y León.

Ese documento incluía 13 posibles criterios para definir qué es una plaza de difícil cobertura, pero también una lista con 10 fórmulas para hacer que esos puestos sean más atractivos y haya sanitarios dispuestos a ocuparlos.

La Consejería de Sanidad tiene claro que «hay que sacar adelante una norma que sea muy consensuada». En este sentido, se han iniciado contactos con sindicatos y organizaciones colegiales para no pisar en falso.

El primer paso es el de identificar estos puestos y una idea que está clara es que no se quiere vincular las dificultades para cubrir un puesto con el concepto de sanidad rural. «Un puesto de difícil cobertura es el que, esté donde esté, no se consigue cubrir o se tarda un determinado tiempo en conseguirlo», apuntan. Sacyl entiende que «da igual que sea un consultorio en la montaña palentina o un centro de salud urbanos. Lo que importa es que, por la razón que sea, ese puesto se ofrece y nadie lo elige». «No vamos a definir áreas geográficas porque eso es un estigma», apuntan.

Una vez que esté redactada la definición de difícil cobertura en Castilla y León será el momento de buscar soluciones a la ausencia de profesionales en esas consultas. Aquí Sacyl parece tener una idea clara y es que basar los incentivos en el dinero puede ser un arma de doble filo. No se descartan, pero prefieren orientar su estrategia en otra dirección. También se barajó ofrecer ayudas a la vivienda.

Se quiere ofrecer que los profesionales que acepten trabajar durante un periodo de tiempo en esas plazas obtengan una puntuación extra a la hora de presentarse en concursos-oposición, optar a la carrera profesional, acumular méritos, etc.

Una idea novedosa que parte de Castilla y León es la de facilitar que estos profesionales puedan realizar estancias formativas totalmente pagadas en otros centros nacionales o internaciones. Por ejemplo, facilitar que un médico -o personal de Enfermería- que lleve un tiempo en estas zonas pueda marcharse durante unos meses al Clinic de Barcelona para aprender algunas de las técnicas más avanzadas mientras sigue percibiendo su sueldo.

Los incentivos económicos podrían debatirse -de hecho el texto nacional sí los contempla- pero se teme que pueda generar conflictos entre sanitarios de otras zonas con mayor volumen de trabajo, pero que no los perciben al no considerarse difícil cobertura.

Respecto a los plazos para dar a luz a este proyecto, Castilla y León solo indica que «es algo prioritario». «No se ha marcado una cronología concreta, pero tratamos de acelerar todo lo que podamos porque sabemos que es un tema muy necesario. Sin descanso, pero con consenso: eso es lo que vamos a perseguir», concluyen.

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