Golpe en CEOE: echan de forma irregular al secretario general

El comité ejecutivo de CEOE-Cepyme Salamanca ha despedido este jueves a su secretario general, Víctor Yenes, de forma irregular. La decisión se adoptó sin el acuerdo de la asamblea general, tal y como establece el artículo 34 de los estatutos de la confederación de empresarios.

En una carta enviada a los socios el presidente, Paulino Benito, informa de que la resolución se ha aprobado de forma unánime «por pérdida de confianza» y añade que el comité ha nombrado en su lugar al director general, Ricardo Andrés, que ejercerá el cargo en funciones hasta la próxima asamblea general.

La decisión, no solo incumple la normativa por la que se rige CEOE, sino que ataca directamente a la figura del secretario general, garante de que las decisiones que se adoptan en la organización cumplan con la legalidad.

El despido ha levantado ampollas entre los socios y voces en contra, dado que Yenes está vinculado a la confederación desde hace 28 años, los últimos cinco como secretario general.

Mientras en la misiva el presidente justifica el despido en el incumplimiento «de ciertas obligaciones básicas» por parte del secretario, lo cierto es que la medida se adopta 10 días después de que un grupo de empresarios exigiera conocer en el último consejo directivo qué poderes y responsabilidades se han otorgado al nuevo director general, así como su salario y condiciones laborales ante la sospecha de que estaba usurpando las del secretario general.

Un encuentro en el que, según denunciaron, el presidente no dejó intervenir a algunos asistentes, mostrando una actitud despótica.

Cabe recordar que desde que Paulino Benito tomó el mando en noviembre del año pasado se han adoptado decisiones que han devuelto a la organización a tiempos oscuros en los que CEOE era foco de polémicas, de enfrentamientos con las administraciones locales y provinciales, así como de cobros de dietas escandalosas.

Precisamente, Paulino Benito formó parte de la delegación encargada de tender puentes con la organización de empresarios salmantinos CES para lograr la necesaria unión del sector en la provincia de Salamanca, puentes que dinamitó cuando estaban a punto de materializarse al adherirse al sector crítico e iniciar una serie de actuaciones que acabaron con la dimisión en bloque del anterior comité ejecutivo liderado por Diego García.

Su llegada a la presidencia ha supuesto que Ricardo Andrés pasara de ser asesor jurídico a director general, un puesto de nueva creación que no está previsto en los estatutos; así como el regreso al consejo directivo del polémico expresidente Juan Antonio Martín Mesonero y del que fuera su director en la Cámara de Comercio hasta su despido, Fernando Gómez.

Las voces críticas no paran de crecer en el seno de CEOE, donde ya son 15 las asociaciones que han firmado un manifiesto para exigir la democratización de sus órganos de representación tras las quejas recibidas.

También reclaman la creación de un consejo asesor como órgano consultivo que sirva de apoyo a las decisiones del comité ejecutivo formado por empresarios galardonados con el Premio CEOE Castilla y León y que voluntariamente deseen participar en él.

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