Furor por el caravaning en Salamanca

Las autocaravanas se han convertido en una de las opciones favoritas de los turistas y en elemento estrella para las vacaciones de este verano. Esta fórmula viajera se está haciendo cada vez más popular, ya que es una herramienta adecuada contra la pandemia por su independencia y seguridad sanitaria.

En Salamanca, los autocaravanistas que llegan a la capital estacionan junto a la ribera del Tormes en zonas como la iglesia nueva del Arrabal y Salas Bajas, aunque estos vehículos tan sólo pueden aparcar sin desplegar ventanas ni sacar mesas y sillas. La capital no dispone de un área específica de autocaravanas aunque existe una iniciativa privada que se encuentra en trámites administrativos.

“Viajar en autocaravana es muy bonito y cómodo, sobre todo por España, porque vas con todo, te mueves, aparcas dentro de las ciudades, te subes, te bajas y no tienes que depender de los horarios que te asigna un hotel. En un hotel, a priori, puedes estar más cómodo, pero no tienes la facilidad de poder realizar las rutas que quieras.

En un principio los alquileres asustan porque son un poco caros, pero después te paras a pensar y sale más barato que viajar de cualquier otra manera. Es una buena opción para evitar la covid porque vas a tu rollo y no tienes tanto contacto con otras personas”, explican Gonzalo Alonso y Samuel Cuenca, junto a la iglesia nueva del Arrabal, que celebran su luna de miel y acaban de iniciar 26 días de ruta por Castilla y León, Extremadura, Andalucía y Castilla La Mancha, hasta llegar a Barcelona, su lugar de residencia.

El aparcamiento de Salas Bajas acoge estos días a los portugueses Jorge Ferreira y Joana Cerqueira, un matrimonio que elige viajar de esta forma tras venir de varios puntos de España. “En nuestra autocaravana tenemos comida, cama y todas las facilidades para visitar muchos puntos. Llegamos ayer y hemos elegido Salamanca por lo cerca que está de Portugal. Nos quedaremos unos días porque queremos descubrir más a fondo la ciudad y su gastronomía”, cuentan Jorge Ferreira y su mujer Joana Cerqueira.

Los escoceses Hilda y Jess también se han atrevido a viajar y visitar la ciudad charra junto a su mascota. “Venimos desde Escocia con nuestra autocaravana. Hemos escogido esta opción ya que muchos hoteles españoles nos prohibían la entrada de nuestra mascota y aquí no tenemos ningún problema. La libertad que te aporta esto es increíble”, afirman Hilda y Jess.

Como les ocurre a Pablo Garduño, Álex Gru, Víctor Zamorano, Rocío Iglesias y a Andrés Urrutia, un grupo de amigos de diferentes nacionalidades que se reúnen todos los años en verano para practicar parapente por diversos lugares de España. “Yo soy de Guatemala y vengo con un grupo de deportistas que practicamos el parapente, algunos son españoles y otros latinoamericanos. Hemos alquilado esta autocaravana para girar por España. Iniciamos nuestra ruta en Andalucía y nos movemos según las previsiones del clima y donde el aire nos permite volar.

Aquí hemos volado en Piedrahíta y hoy vamos a Candelario. La autocaravana tiene capacidad para cinco personas y es muy práctica, cuenta con dos literas en la parte trasera, una cama doble en la parte superior delantera y un comedor que se convierte también en cama. La diferencia entre esto o un hotel es la versatilidad, es cierto que el tema de la comodidad no es uno de sus fuertes porque todo está en un espacio reducido, pero si sabes adaptarte resulta muy práctico para el objetivo que se busca. Además aquí no estamos tan expuestos al virus porque vamos al campo y tenemos muy poco contacto con la gente”, expresa Andrés Urrutia, de Guatemala. Maialen Villano y Arman Argüello, de Bilbao; y José Villa y Tania Martínez, de Galicia también han elegido el área de Salas bajas. “Con este vehículo conocemos más sitios de una forma más íntima y personal”, explica José.

Actualmente, el turismo sobre cuatro ruedas se ha convertido en un mercado en auge.

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