Los clientes se pasean por los pasillos del Mercado Central en busca de sus productos favoritos. FOTOS: ALMEIDA

Furor en el Mercado por las compras navideñas

Los salmatinos se apresuran a adquirir productos para congelar estos primeros días de diciembre con la esperanza de ahorrarse algunos euros en la cena de Nochebuena

Viernes, 6 de diciembre 2024, 14:39

«Los precios suben una barbaridad estos días», señala convencida María Sánchez, una salmantina que todos años adelanta las compras de los productos para la cena de Navidad con la intención de ahorrarse así un buena cantidad de dinero. Para ella la dinámica es sencilla: tantear precios en noviembre y tras haber visto el valor de sus productos favoritos comprarlos lo antes posible para así evitar adquirirlos con el sobrecoste típico de la temporada.

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Una estrategia bastante popular entre los salmantinos que año a año tiran de ingenio para comprar los productos al mejor precio posible y celebrar estas fechas sin tener que dejarse el sueldo en el camino.

Los productos favoritos para congelar son el lechazo, cabrito, mariscos, almejas, rape y lubina salvaje, debido a que son los alimentos que más comúnmente ocupan la mesa de las personas durante las cenas con motivo de las fiesta y que ven incrementar su valor de manera considerable conforme se acercan las Navidades.

Fila para comprar cabrito y lechazo en el Mercado.

En concreto, en tan solo un mes varios productos han visto aumentar su precio de manera considerable. La lubina salvaje se puede adquirir entre 18 y 20 euros, más de un euro por kilo por encima de los 17 que se podía adquirir a principios de noviembre. Los langostinos ubican su valor entre los 16 y 19 euros el kilo, cuando el mes pasado se podía conseguir a partir de los 13 euros, mientras que, el cabrito y el lechazo que se podían comprar a partir de los 16 euros el kilo, ahora resulta prácticamente imposible adquirir por menos de 19 euros. Por su parte, nécoras, cigalas y salmón mantiene su valor bastante estable con subidas apenas perceptibles. Sorprendentemente, los productos derivados del cerdo y de la ternera son los que han sufrido menores incrementos, a pesar de un año caracterizado por la subida constante de estos productos en la lonja. Una situación que desde las carnicerías señalan se debe a que en muchas ocasiones han aguantado las subidas para evitar perder clientes.

Unas subidas generalizadas en los precios que se explican a través de la alta demanda de la temporada y ante la que la mayoría de los salmantinos intenta adelantarse. «Yo ya tengo casi todo congelado. La semana pasada compré el rape, las almejas, las gambas y el tostón. Hoy voy a comprar la lubina salvaje y ya lo tendría todo. Es que si esperas a los últimos días, primero que lo compras bastante subidito de precio y segundo que ya no encuentras lo que quieres o terminas dando carreras. Yo prefiero organizar todo con tiempo así voy más tranquila las Navidades», cuenta la salmantina Carmen Garzón.

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Una estrategia similar a la que utiliza Raquel García que, a pesar de ser vegetariana, realiza las compras de la temporada para su padres. «Mi madre lo que ha hecho toda la vida es comprar las cosas para Navidad los primeros días de diciembre porque la subida entre una semana y otra es abismal. Y bueno, ahora que yo les hago la compra hago lo mismo. Para mí no necesito congelar porque como soy vegetariana lo que yo como no sube casi de precio», explica Raquel García, cliente habitual del Mercado Central.

Y, aunque congelar es una tendencia bastante común, siempre hay algunas personas que prefieren comprar las cosas la misma semana. Bien por falta de espacio para almacenar tantos productos, por que prefieren el sabor de los productos más fresco o porque no les gusta organizar las Navidades con tanta anticipación.

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«Yo no me complico. Si el tostón está muy caro, pues no lo compro. Busco pollo, carne o cualquier otra cosa que este a mejor precio. Al final lo importante es reunirse en familia, bailar y pasarla bien. Lo que esté muy caro se deja para otra ocasión que este más económico, que durante el resto del año comemos de todo y de calidad. En las Navidades no se tratan de gastarse muchísimo dinero por una cena, sino de compartir», considera Mari Paz Calvillo.

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