En un visto y no visto. El pasacalles de la Guardia Real, uno de los momentos más esperados por los salmantinos de la capital, se ha desarrollado en apenas diez minutos desde la Plaza Mayor hasta la plaza de Anaya antes de entrar en la Catedral.
La Unidad de Música de la Guardia Real ha sido la encargada de amenizar este pasacalles que, a diferencia de lo que esperaban los salmantinos por la exhibición en los pueblos, no ha contado con la unidad de caballería ni el material de trabajo como motocicletas que sí se ha observado en Macotera, Peñaranda, Santa Marta o Guijuelo.
En el pasacalles tan solo ha habido dos paradas: una en la plaza de Poeta Iglesias y otra en la plaza de Anaya donde han sido recibidos por las autoridades entre los que estaba el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. A continuación, la Guardia Real ha depositado el ros, el gorro oficial de la Guardia Real a los pies de la Virgen de la Vega solicitando su protección para servir a España.
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