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Fernando Cayo, en un fotograma de ‘La casa de papel’.
Fernando Cayo, el sábado en el Liceo: “Estoy por derecho en ‘La casa de papel’; me lo he ganado a pulso”

Fernando Cayo, el sábado en el Liceo: “Estoy por derecho en ‘La casa de papel’; me lo he ganado a pulso”

“No me siento una estrella planetaria; tengo la cabeza en su sitio” | “El Liceo de Salamanca es acogedor. Iré por la mañana; me gusta descargar la furgoneta”

Martes, 21 de septiembre 2021, 18:19

Fernando Cayo compagina el éxito mundial de “La casa de papel” con su gira de “¡¡¡Por todos los dioses!!!”, que le trae al Teatro Liceo de Salamanca el sábado 25 de septiembre.

– “¡¡¡Por todos los dioses!!!” es otro ochomil que sube en su carrera teatral.

–Es un ochomil quinientos porque cada día que lo hago es todo un reto. Es un texto que escribí a lo largo de los últimos cuatro años, que fui elaborando poco a poco. Me echaron una mano Pep Molina, Juan Carlos Rubio, Alberto Iglesias, Jorge Muñoz, Inés Sánchez y Hernán Gené, que es un gran maestro de técnica de clown y teatro gestual, con el que estuve rematando una primera puesta en escena que hice yo.

–Es una función a su medida.

–Es un producto de elaboración compleja, del tipo de espectáculos que hago poniéndome retos artísticos, físicos y plásticos. Ha sido muy gozoso de hacer, pero también muy complicado por momentos.

–Y de gran exigencia física y emocional.

–Totalmente. Hago un recorrido por la mitología griega, mi familia y el mundo contemporáneo. Es un espectáculo en el que tengo una relación continua con los espectadores, muy festivo. Por momentos parece que es un espectáculo infantil para adultos, pero con un trasfondo cultural y filosófico bastante fuerte. Por momentos es un espectáculo pedagógico y siempre es psicodélico y sorprendente.

–Y con música en directo.

–Voy con Geni Uñón, que es percusionista, multi instrumentista, compositor, director de orquesta y un genio con el que he trabajado en espectáculos como “Salvaje” y “La terapia definitiva”. Es un dueto de percusionista y actor. Se crean momentos muy potentes. Me sirve de soporte para cantar y hacer el ganso en muchísimos momentos. Somos cómplices y pasamos por todos los estilos musicales.

–Este espectáculo parte de su infancia con su familia en Valladolid. Y de la afición de su padre a la pintura y a la literatura mitológica.

–Sirve para hilar de dónde me surge a mí la inquietud artística. A mi madre le debo mi afición por la música y por el teatro. Y a mi padre, la afición por la literatura, porque era un gran lector, y además era un pintor muy avezado. Y todo eso me sirve para hacer un bosquejo de mi familia, que en realidad es una proyección del mundo de la mitología: los dioses griegos eran muy humanos. Los griegos crearon los dioses a su imagen y semejanza. Todo lo que tiene que ver con cómo somos, las frustraciones, cómo vivimos el amor, cómo nos enfadamos, cómo a veces somos absurdos, caprichosos o tontos... todo eso lo tienen los dioses griegos y es muy divertido de ver. Es un espectáculo muy cañero y tiene una impronta muy joven.

–Descubrió de niño, con 8 o 9 años, que quería ser actor. Cuando entró en el grupo de teatro del colegio La Salle de Valladolid.

–Desde muy pequeño, tendría 8 o 9 años, empecé a montar mis propios espectáculos musicales y mis propias performances. Ahí nace mi ansia creadora y se ha mantenido hasta ahora. Sigo jugando, aunque de manera más profesional.

–También forma a actores.

–Sí, porque me parecía justo compartir todo lo que yo he recibido de grandes maestros. Y es vocacional. Llevo más de 30 años dando clases de manera esporádica, porque mi labor fundamental es la de la interpretación y no siempre tengo disponibilidad. Cada cierto tiempo intento dar un curso: me llena mucho el contacto con los alumnos.

–El Liceo de Salamanca es un viejo conocido.

–He estado muchas veces. Es uno de mis teatros preferidos, muy bonito y muy acogedor. Me gusta mucho estar ahí. Y cuando llevo un espectáculo mío como “¡¡¡Por todos los dioses!!!”, voy desde por la mañana. Me gusta participar en el proceso artesanal de descargar la furgoneta, plantear el espacio, ubicar las cosas... Luego ya me voy a descansar, me echo una buena siesta para estar a tope para el espectáculo y llego al teatro como tres horas antes para repasar con el técnico y con Geni algunos fragmentos para ir pillando el tono. Tenemos que estar los tres muy compenetrados; es un ejercicio de orfebrería artística y un espectáculo en el que estás en la cuerda floja todo el rato.

– ¿Se siente una estrella planetaria con “La casa de papel”? Se ha convertido en la serie más vista del mundo.

–No, no [risas]. Llevo muchos años en esto, tengo muchas horas de terapia y creo que tengo la cabeza colocada en su sitio. La serie es un orgullo para el audiovisual español. Me siento muy hermanado con los fans de todo el mundo, que contacto a través de las redes sociales, pero estoy siempre con los pies en la tierra. No somos más que personas que nos dedicamos a un oficio muy bonito, pero tenemos que llevarlo con humildad y con sencillez.

–Superó un casting para estar en la serie.

–Todos hacemos castings, hasta las estrellas de Hollywood, para ver la química con otros actores. Yo pasé un casting que fue a la productora, de ahí dieron el visto bueno en Netflix España y en Netflix EEUU. Estoy en la serie por derecho: me lo he ganado a pulso.

–¿Qué le ha aportado Fernando Cayo al coronel Tamayo?

–Mi sentido del humor y de la energía. Hablé con gente del CNI para hacer un trabajo específico. Pero lo que tiene que ver con la ira, el remordimiento, el odio y la frustración que vive el coronel Tamayo, afortunadamente, no lo tengo en mi vida.

–En cine debutó con el salmantino Chema de la Peña en “Shacky Carmine”.

–Y fue mi primera película como protagonista. Me dieron el Premio al Mejor Actor en el Festival de Toulouse en 1999. Tengo un recuerdo maravilloso. Marcó una entrada a lo grande en el cine para mí. Es una especie de cuento naif sobre la ascensión y la caída de un grupo de rock. Había mucha droga, mucho sexo, mucha violencia, pero al servicio de contar una historia desgarrada y potente. A la gente le encantaba y tengo un montón de fans que la recuerdan. Yo he puesto muchas cosas en YouTube: no sé qué problema hubo con la distribución y no se puede ver entera a no ser que te la descargues ilegalmente de internet.

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