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El progresivo aumento de defunciones, que continuarán superando en número a los nacimientos, hace imposible plantear actualmente que en Salamanca vaya a haber crecimiento vegetativo en los próximos 15 años. No obstante, es el saldo migratorio positivo el que ha hecho que el Instituto Nacional de Estadística mejore las perspectivas demográficas y estime que la pérdida de población en la próxima década y media será menor de la que se preveía hace dos años. Sin embargo, la llegada de más personas de otros países pero también de otros puntos de España no logra poner fin al éxodo juvenil que desde hace años vive la provincia, una pérdida de talento contra la que tratan de luchar las administraciones públicas.
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Según las proyecciones demográficas del INE, antes de 2039 casi la mitad de los salmantinos menores de 31 años abandonarán la provincia, una vez hayan superado la mayoría de edad. Son casi 40.000 los jóvenes de entre 18 y 30 años que se marcharán en este periodo al extranjero o a otras zonas de España en busca de formación, trabajo o mejores oportunidades. Representarían más de un 12 % de la población actual.
Solo uno de cada diez jóvenes, unos 7.700, partirán hacia otros países, mientras que los casi 32.000 restantes lo harán hacia otros territorios españoles con una mayor actividad económica, según recogen estas proyecciones durante cuya elaboración se hizo una consulta en forma de encuesta a demógrafos de toda España con el fin de establecer las hipótesis de comportamiento futuro de los parámetros demográficos.
No obstante, todas estas migraciones harán, según las predicciones, que la sangría demográfica no sea mayor, serán muchos más las personas que llegarán desde otros territorios nacionales e internacionales que los que se marcharán. Los cálculos del INE fijan en casi 60.000 las personas que llegarán desde otros países a Salamanca antes de 2039. A ellos, se sumarán otros 91.000 ciudadanos que vendrán a la provincia durante el mismo periodo, pero en este caso desde otras provincias españolas. Si bien se espera que progresivamente la inmigración de extranjeros se reduzca casi a la mitad en este periodo, el traslado a Salamanca desde otros puntos de España aumentará casi un 11 % en quince años. Pero ni siquiera todos estos desplazamientos de población serán suficientes para contrarrestar el decrecimiento vegetativo y el éxodo juvenil.
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