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Miércoles, 28 de julio 2021, 21:23
Lleva en su vivienda en la calle Trébol desde que se estrenaron estas promociones de pisos sociales, en la década de los 60. Loli Santos reconoce que vive “encantada” en el barrio, aunque a medida que pasan los años echa en falta algunas mejoras. “Tengo 75 años y estamos esperando que podamos poner ascensores, pero ya se sabe que en las comunidades de vecinos unos quieren y otros no. Hemos tenido varios proyectos hechos, pero al final nunca se ha podido”, explica. Con el proyecto previsto por el Ayuntamiento, espera que esta mejora en materia de accesibilidad se convierta en realidad. “Es mucho más que necesario”, añade Loli, quien explica que cuando estrenó su vivienda “no había nada más que la fábrica de la Casera y el edificio de los ciegos”. Además, reconoce que tanto a ella como a su marido les cuesta subir las escaleras para acceder a su piso, en el que han realizado algunas mejoras.
Sin embargo, otros bloques sufren problemas de humedades, por lo que la actuación prevista por el Ayuntamiento será un alivio para ellos. Aunque también le gustaría contar con “más zonas verdes”. “Estaría bien que pudieran incluir algún jardín en el proyecto”, concluye.
Por su parte, Luisa Martín, de Garrido Contigo, reconoce que estas mejoras que prevé el Plan Especial de Reforma Interior -Escuela de Música- son muy importantes para los vecinos del barrio, aunque el problema surge cuando muchos de los inquilinos “no pueden hacer frente al gasto que hay que afrontar para llevar a cabo las obras”. “Garrido es un barrio muy envejecido con muchas personas que al final no pueden estar en los pisos por la falta de accesibilidad y al final optan por marcharse”, explica. De hecho, reconoce que durante la pandemia ha sido un auténtico drama para muchos mayores. “Será maravilloso que puedan aportar accesibilidad a las viviendas, porque muchos mayores han pasado mucho tiempo encerrados, sin poder salir de sus casas durante el estado de alarma y en pisos de apenas 50 metros”, añade.
Carmen García también es vecina del barrio en la calle Trébol. Disfruta de un momento de tranquilidad en los bancos instalados en la avenida de los Cipreses y reconoce que otro problema a abordar es el de los ‘balcones colgantes’ que provocan un problema de seguridad. “Los que vivimos aquí ya estamos acostumbrados, pero los chiquillos cuando corren no se dan cuenta y ya se han producido varios sustos. Ya que van a arreglar la zona se podría buscar una solución”, admite.
En la calle Marcelo Fernández Nieto, también en Garrido Norte, los vecinos viven en bloques construidos hace 50 años. También son viviendas sociales y en algunos casos con problemas en los patios, que han de someterse a reformas de calado. Además, también existen bloques que sufren problemas provocados por la humedad con agua que se filtra a unos trasteros. Por todo ello, acometerán reformas en breve y esperan contar con el apoyo del Ayuntamiento y la Junta. En esta calle ya ha habido algunos propietarios que han instalado ascensores.
El proyecto que aprobará de forma inicial hoy el área de Fomento deberá pasar ahora un periodo de exposición pública para que después sea validado por el Pleno del Consistorio. Además, deberá ser trasladado a la Junta de Castilla y León para que lo pueda incluir como Área de Regeneración Urbana de modo que pueda acceder a subvenciones para lograr ayudas. El Ayuntamiento ha contado con la opinión de los vecinos, comunidades y administradores de fincas.
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