De izquierda a derecha, la doctoras Paula Sánchez, María Fernanda Lorenzo y Henar Domínguez.

Esfínter urinario artificial: así se resuelve la incontinencia severa en varones

El dispositivo se introduce por debajo del escroto y resuelve casos de incontinencia severa, en su mayoría en hombres operados de próstata

Javier Hernández

Salamanca

Lunes, 22 de julio 2024, 17:37

El Hospital de Salamanca ha realizado un curso de formación sobre la técnica de implante de esfínter urinario masculino que, al mismo tiempo, va a ser referencia dentro de Castilla y León.

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La doctora Henar Domínguez -respaldada por María Fernanda Lorenzo- ha sido la encargada de formar a los urólogos -también procedentes de otras comunidades- que desean conocer las claves de esta fina técnica concebida para resolver los casos de incontinencia urinaria más severos y con los que Salamanca viene trabajando desde hace muchos años, pero con distintos tipos de técnicas.

El curso se ha realizado en horario extraordinario, por lo que los urólogos han operado de manera gratuita a una serie de pacientes con incontinencia urinaria y que no pertenecían al área de salud de Salamanca.

Este tipo de implantes se utiliza en personas que tienen dañado el esfínter, no cierra correctamente y los afectados con incapaces de controlar o retener la orina. «Hablamos de esfínter urinario que, en la mayoría de los casos, están dañados después de una cirugía de próstata», explica la jefa de Urología, Fernanda Lorenzo, que destaca el apoyo de la dirección del Complejo para que el área de Salud de Salamanca sea referente regional para los pacientes con esta patología.

Una de las consecuencias de la cirugía tras un cáncer de próstata es -además de la disfunción sexual- la incontinencia urinaria. «Cuando estas personas no responden a las medidas conservadoras, la solución es recurrir a un esfínter artificial», apuntan.

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Se trata de una intervención con un notable resultado estético, dado que no se aprecia desde fuera. «El esfínter artificial se introduce a través de una incisión que se realiza por debajo del escroto, por lo que no se nota que el paciente está operado y, además, el varón vuelve a ser continente», explica la doctora Lorenzo.

Una de las particularidades de esta cirugía es que hay que esperar un plazo de dos meses antes de activar el dispositivo implantado. «Hay que aguardar a que se 'enfríe' la cicatriz de la cirugía para que luego el hombre pueda manipular el dispositivo sin sentir dolor», aclaran. A partir de ese momento, el varón decidirá 'abrir y cerrar' el esfínter cuando sienta necesidad de orinar: «Cuando el esfínter ya esté activado por parte de los urólogos, el paciente sentirá que tiene ganas de miccionar. En ese caso tocará una parte del dispositivo que se coloca a nivel del escroto y eso permite liberar la orina. El resto del tiempo estará normalmente: sin incontinencia».

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Cerca de 9.000 euros

El modelo de esfínter urinario artificial que implanta el Hospital de Salamanca es el denominado Zephyr: «Hay que agradecer a la dirección del Hospital que autorice la compra de uno de los dispositivos más modernos y con menos riesgos del mercado», explica Fernanda Lorenzo, que cifra «en torno a los 9.000 euros» cada uno de estos implantes. Cuando un varón se somete a un implante de este tipo recibe una tarjeta que informa informativa. ¿Para qué? Para el supuesto de que sufriera un percance, quedara inconsciente y así los sanitarios sepan que tiene un esfínter internacional que habría que proceder a desconectar para poder sondarle. De lo contrario, la orina no podría salir y se generaría una retención muy peligrosa.

El curso celebrado el pasado 17 de julio -en horario de mañana y tarde- resultó muy fructífero y supone el estreno de un servicio que debuta como referente para otras áreas de salud de Castilla y León.

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