La esencia del mar y la montaña en la Torre de los Anaya

La Torre de los Anaya acoge desde este viernes hasta el 1 de junio la exposición 'Mar y Montaña: esencia del paisaje', del artista José Antonio González, conocido Marnay.

Una obra que, tal como su nombre lo indica, transita entre dos paisajes. Por un lado, el mar, que se muestra tanto intenso y cambiante como sereno y melancólico, y por el otro, la montaña, que se presenta bosques nevados y frondosos en los que cada detalle invita a un viaje inesperado.

«Su estilo se caracteriza por suaves tonalidades creando obras que reflejan impresiones líricas del paisaje. Se expresa dentro de un impresionismo muy particular. No sólo retrata el agua o el paisaje, sino que transmite una atmósfera específica, un aire poético que va más allá de la mera representación visual. Como un diálogo entre la naturaleza y el alma humana», ha señalado durante la rueda de prensa de presentación de la exposición el diputado de Cultura, David Mingo.

La obra traslada al espectador a paisajes recónditos y hermosos con los que el autor busca trasmitir las emociones que suscita en él el encuentro con la naturaleza.

«Yo voy a la montaña y al mar en busca de la tranquilidad. La naturaleza me proporciona esa serenidad y ese sentimiento de paz. Una vez que me encuentro en sintonía con el espacio es cuando yo siento la necesidad de pintarlo. Pero no de plasmar el lugar, sino el sentimiento que produce a mí. Lo que pretendo es crear una esencia que permanezca. Que el contemplador no solamente se quede con una imagen visual, sino que adquiera el aroma que eso le pone a la obra», ha explicado el autor de la obra durante la inauguración de la muestra.

La muestra se podrá visitar de martes a domingo en horario de 11:30 a 13:30 y de 18 a 21 horas.

Marnay es un pintor autodidacta con una predilección clara por los paisajes que se dio a conocer en el mundo de las artes desde mediados los años 70. Desde entonces ha mantenido una sólida trayectoria artística, tanto a nivel nacional como internacional, con obras que figuran en numerosos museos, ayuntamientos, fundaciones o colecciones privadas de Alemania, Francia y otras naciones.

«Se trata de un pintor de esencias y transmisor del alma del paisaje. Ha absorbido de la naturaleza todo aquello que le ha emocionado y ha llevado al lienzo mostrando una predilección por los paisajes marítimos y otros en los que el agua es protagonista. También hace suyo el paisaje de bosques y de montaña», ha destacado sobre la obra el delegado del área de Cultura, David Mingo.