El único retrato identificado como Matilde Cherner

La escritora que firmó como varón

La salmantina Matilde Cherner usó el seudónimo 'Rafael Luna' para publicar en 1880 «María Magdalena» la primera novela sobre la prostitución

Roberto Zamarbide

Salamanca

Domingo, 2 de marzo 2025, 13:09

Si en la Salamanca de 1777 un clérigo -según las hipótesis más fundadas- publicó bajo el nombre de una dama su alegato por los derechos de las mujeres, un siglo después se dio el caso contrario: una salmantina optó por firmar con seudónimo masculino una dura novela de denuncia social, considerada como la primera obra en su género de la literatura española.

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Buscando una mayor consideración literaria, Matilde Cherner decidió utilizar su segundo nombre y su tercer apellido y travestirse literariamente en «Rafael Luna» al publicar «María Magdalena» (1880), la primera novela en la que se aborda en tono crítico y descarnado el mundo de la prostitución. La obra de la salmantina vio la luz un año antes que «La deseherada» de Benito Pérez Galdós. Sin embargo, no conoció el éxito que sí tuvo en vida el autor canario y fallecería en 1880 en Madrid sola y sin el reconocimiento que buscó como literata desde muy joven.

Matilde Rafaela Cherner y Hernández nació en Salamanca el 13 de marzo de 1833. Era hija del gaditano Juan José Cherner y Luna, procurador del Juzgado de Salamanca, y Antonia Hernández, natural de Aldeadávila de la Ribera. Se saben poco de su vida personal, más allá de sus escritos y de algunos datos recogidos en documentos oficiales. Un poema titulado «La Unión», publicado el 1 de abril en la Revista Salmantina es el primer escrito documentado de la joven Matilde, un canto a la fraternidad que ya apuntaba sus ideas políticas progresistas.

Historiadores que han investigado su figura refieren que ya en sus primeras apariciones en sociedad, Cherner sabía latín y francés, era una mujer culta, ávida lectora y muy interesada por la música. En cuanto a sus ideas políticas, sus escritos la reflejaban como una republicana federal convencida.

No lo tuvo fácil Matilde Cherner para publicar sus trabajos en la prensa salmantina de la época. Como señala la autora Laura Rivas, los periódicos temían que los reivindicativos versos de la joven levantasen una polvareda de críticas en la conservadora Salamanca de mediados del siglo XIX.

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Sus raíces maternas en Las Arribes le llevaron a elegir esta comarca como escenario de algunos de sus relatos sociales como el cuento «La venganza», que narra una historia de amor imposible entre una lugareña y un contrabandista sin escrúpulos, o la novela «Lamentos de un preso».

Tras la muerte de sus padres, Matilde se trasladó a Madrid , donde se introdujo en ambientes literarios y comenzó a publicar en medios vinculados ideológicamente al republicanismo. Abordó todos los géneros literarios, desde narraciones y biografías hasta poemas y varias obras teatrales, que no llegaron a estrenarse por falta de 'padrinos'.

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Desde su pluma fue testigo de aquellos convulsos años de la Historia de España, con la Revolución de Septiembre, el fugaz reinado de Amadeo de Saboya y la proclamación de la Primera República. En algunos de estos trabajos empezó a firmar como Rafael Luna y bajo esta personalidad ficticia publicó entre 1875 y 1877 dos novelas: «Ocaso y Aurora», y su principal obra, «María Magdalena», su autodenominado «estudio social « en el que narra las memorias de una joven prostituta, un protagonismo considerado insólito en la literatura española, más aún narrado por una mujer. La novela fue reeditada en 2022 por Editorial Espina.

En su último artículo, entregado en el conservador «La Época», abordaba los retos de mujer literata de entonces, concluyendo que debía renunciar al matrimonio si quería seguir ejerciendo la literatura. Pocos días después apareció muerta por causas naturales en su domicilio de la calle Palma de Madrid. «La Epoca» publicó su artículo junto a la noticia de su muerte.

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