«Yo tenía mi casa, mi trabajo, mi hijo y lo perdí todo. Sufrí un secuestro y ahí comenzó mi infierno», este es el testimonio de la extremeña Yolanda Ramos, una usuaria de los recursos 'Padre Damián' y 'Espacio Abierto' de Cáritas Salamanca que, «de la noche a la mañana» se vio envuelta en una situación de sinhogarismo. Aparentemente serena, su mirada y su alma esconden una experiencia vital complicada. En la presentación de la campaña de Personas sin Hogar 2024 de Cáritas, manifestó que fue sometida a un «secuestro real y emocional» y perdió a su hijo, en un proceso en el que intervinieron los Servicios Sociales. Ramos se encontró un día sin nada, una realidad que le ayudó a conectar directamente con la «gente de la calle».
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«Un 4 de noviembre todo cambió. Me encontré en una situación que jamás pensé y a la que nadie pensaría llegar. La persona que me secuestró tenía una orden de ingreso en prisión por malos tratos a la madre de su hija, por intento de homicidio a otra chica que estuvo con él y otros sucesos. Me llevó hasta Burgos y me retuvo, en un secuestro real y emocional. Cuando conseguí escapar me vi durmiendo en la calle y no pude volver a mi tierra. Es una situación horrible, tienes miedo e incertidumbre, porque no sabes qué te puede llegar a pasar», manifestó Ramos.
En este trance tan complicado, pudo conocer la realidad de la calle y a esas personas que, lamentablemente, rara vez tienen voz: «Fue ahí donde comencé a conocer a las personas sin hogar. Son humildes, nobles, te ofrecen, te ayudan y te dan lo poco que tienen. Son gente de corazón y seres de luz», aseguró.
Junto a ello, la actual usuaria de los recursos de Cáritas reconoció que el camino para volver a encontrarse a sí misma ha sido complicado y que ahora mismo en ambos centros se encuentra como en casa. «Ese periodo de tiempo después del secuestro fue muy difícil, con muchos obstáculos y mucho dolor. Afronté muchas situaciones en las que pensé tirar la toalla, hasta que me abrieron las puertas de 'Espacio Abierto' y 'Padre Damián'. En ellos tienes toda la libertad del mundo, te ayudan, te escuchan, te hacen sentir en tu casa, en tu hogar y te ayudan en todo», manifestó.
Por otro lado, durante el secuestro, Ramos se inicio en un problema de adicciones. Cáritas le está ayudando a dejarlo atrás para recuperar a su hijo: «Me están ayudando a entrar en Proyecto Hombre porque yo quiero salir de la droga, quiero recuperar a mi hijo y quiero llevar la vida que llevaba antes. Al igual que yo, muchas de las personas que están sin hogar han tenido una vida digna, han tenido trabajo, han tenido su casa y por diferentes problemas se echa todo a perder. Y llega un momento en el que te ves sin nada, estás perdido y no sabes lo que hacer, donde buscar salida o donde acudir», lamentó.
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Asimismo, la usuaria de Cáritas lanzó un alegato por las personas que viven la situación que ella misma afrontó sin ningún tipo de ayuda. «Las personas sin hogar no tienen acceso a tarjetas sanitarias, no tenemos acceso a bancos o a ayudas. Es otra de las cosas que nos influyen y nos perjudican a la hora de salir hacia delante. Pero, lo que me parece más importante es el derecho que tienen esas personas a una vivienda digna, que de verdad se cumpla», deseó. La extremeña seguirá luchando para recuperar su vida.
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