¿Es Salamanca una isla sin AVE?

La Alta Velocidad continúa siendo una quimera para Salamanca. La capital del Tormes comparte junto a Ávila y Soria ser las únicas capitales de la Comunidad que no están conectadas con Madrid a la Alta Velocidad. Pese a ser una referencia en el turismo de interior, la industria del español y los viajes de congresos por el potencial de la Universidad de Salamanca, la ausencia de comunicaciones con el AVE lastra muchas de estas oportunidades. En cambio, la conexión ‘rápida’ de la ciudad con Madrid se realiza a través de tres frecuencias en la actualidad con una duración media de 96 minutos, frente a los 84 que se planteó en su inauguración.

El aislamiento de Salamanca sin la alta velocidad se hace aún más grave si se observa la competencia con el resto de España. La mayoría de capitales del país que presumen de ser referentes en el turismo tienen un AVE que sale de su ciudad o están en proyecto de construcción —País Vasco y Extremadura—. Desde que se inauguró la primera línea de AVE entre Madrid y Sevilla hace treinta años, la mayoría de ciudades se han ido incorporando al fenómeno de las comunicaciones. Sevilla, Zaragoza, Córdoba, Granada, o Huesca comparten tener una estación de Alta Velocidad. De hecho, del Grupo de Ciudades que cuentan con Declaración de Patrimonio de la Humanidad, las únicas capitales de provincia sin AVE son Salamanca, Ávila e Ibiza: Santiago de Compostela, Cáceres (con línea en proyecto), Córdoba, Cuenca, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona y Toledo

El sueño de llegar del norte al sur de España en alta velocidad cada vez está más cerca pero siempre prescindiendo del paso por la ciudad. Así, los salmantinos han visto como hace apenas unas semanas se inauguraba el tramo de AVE que conectaba Burgos con Madrid y vertebraba completamente la Comunidad sin contar con Ávila, Salamanca y Soria, o el caso de Zamora, ya enlazada con la Alta Velocidad tanto con Madrid como con Galicia.

En el caso de la comunidad gallega se está a la espera de la incorporación de los trenes Avril. Esos vehículos, calificados como de muy alta velocidad, eran la gran esperanza para Renfe, que iba a mejorar la oferta de manera muy significativa, y también los tiempos de viaje, con una importante reducción en los corredores en los que conviven el ancho convencional y el ancho internacional, como es el caso de Galicia en las vías del eje atlántico. Sin embargo, los retrasos de Talgo por la falta de material retrasan la llegada de estos trenes.

Una de las principales dificultades para adoptar cualquier tipo de mejoras en las comunicaciones se basa en la electrificación de la vía. Salamanca, ya en 2010 quedó condenada a ser una de las últimas capitales con líneas electrificadas. Los pasos cada vez son más lentos con unos retrasos que se demoran cada año: el último pasar de 18 a 54 meses para la contratación de las catenarias con Fuentes de Oñoro. Un aislamiento que sitúa a Salamanca en una isla en el panorama de la alta velocidad.

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