La plantilla del Hospital Santísima Trinidad de Salamanca celebra este domingo su festividad, una jornada entrañable en la que los compañeros que se jubilan este año son los grandes protagonistas.
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La celebración de la misa por el Día de la Santísima Trinidad ha abierto la agenda de la jornada, esta vez de un modo especial ya que ha sido el obispo de las Diócesis de Salamanca y de Ciudad Rodrigo, José Luis Retana, el responsable de oficiar el acto religioso.
Otro de los momentos más esperados por «la familia» de la Santísima Trinidad es el cóctel, que se ha organizado en los jardines del Hospital. Entre 60 y 70 personas han disfrutado del momento gastronómico y, lo más importante, de convivencia.
Quizás el momento más especial del año para todos los asistentes porque se homenajea a los trabajadores que se jubilan en este ejercicio. Un cariñoso reconocimiento a años de dedicación que, en muchos de los casos suponen prácticamente toda una vida.
También ha habido actos para los más pequeños, porque la fiesta ha incluido actividades infantiles como los aclamados pintacaras, además de hinchables.
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