La enfermedad renal crónica será la quinta causa de muerte en 2040 y el remedio es el diagnóstico temprano

Los especialistas en el campo del riñón -los profesionales sanitarios y los propios enfermos- advierten del «crecimiento desorbitado» de la enfermedad renal crónica y advierten de la que se avecina en los próximos años.

La jefa del servicio de Nefrología del Hospital de Salamanca -Pilar Fraile- participó en la presentación del Día Mundial del Riñón celebrada en Alcer y puso cifras a la enfermedad: «Se estima que ya hay 800 millones de personas afectadas en el mundo y que es la 16ª causa de muerte, pero es que en 2040 -en 15 años- se prevé que se convierta ya en la quinta causa de muerte».

El lema elegido para este año es 'Están bien mis riñones'. Una autopregunta que invita a la población a someterse a pruebas para detectar de forma precoz los posibles fallos renales que se caracterizan, precisamente, por no dar síntomas. «Una persona puede perder hasta el 90% de la función renal y no tener ningún síntoma. Por eso es clave la detección precoz y debería hacerse en toda persona que sea obesa, hipertensa, diabética o que tengan antecedentes. Aún así, hay otros factores de riesgo como «el consumo de antiinflamatorios, episodios de litiasis, cólicos al riñón, ser prematuro o la obstrucción del tracto urinario», enumera la doctora Fraile.

El presidente de Alcer Salamanca, Juan Carlos Sánchez, también recalcó que «el número de personas que están en diálisis o trasplante para sustituir la función de sus riñones ha aumentado un 30% en la última década y cada año ingresan en estos programas de nuestro país 7.000 personas: un 25% de ellos a causa de la diabetes».

Además de potenciar la prevención mediante el diagnóstico precoz -que debería instaurarse como una especie de cribado desde Atención Primaria- los nefrólogos y los enfermos renales insisten en la conveniencia de fomentar la diálisis a domicilio. «Mejora la calidad de vida de los pacientes, facilita la conciliación laboral y contribuye a la sostenibilidad del medio ambiente porque consume un 80% menos de agua, un 93% menos de electricidad y genera un 60% menos de gases de efecto invernadero», explicó Juan Carlos Sánchez.

A la pregunta de, si es tan beneficiosa, por qué no se utiliza más este modelo de diálisis, Pilar Fraile explica que «lo cierto es que es más barata, pero hay que tener en cuenta que la población de Castilla y León está envejecida y muchas veces carecen de la ayuda necesaria para poder dializarte en casa. Para no esclavizar a un familiar optan por acudir al Hospital cada dos días en lugar de hacerlo en su propia casa. No será porque no lo intentamos, por eso pedimos que haya diálisis domiciliaria asistida, para ayudar a personas mayores en sus casas y residencias y evitar depender del Hospital».

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